Para concluir con las temáticas navideñas, la compañía de teatro Talavera Cabaret presentó la noche del pasado martes la obra de Humberto Robles Jesús, María y José José Wear Prada en el Breve Espacio, una obra que llevan cinco años presentando. La obra resalta los dogmas de la iglesia católica como institución y los lleva a un contexto irreverente, pero que ha sido bien aceptada por la sociedad poblana.

El Popular, diario imparcial de Puebla, pudo platicar con los actores Jovany Magaña, Alejandra Delgadillo y Juan Munchi. En entrevista, Munchi comentóacerca del proyecto y el trasfondo político-social que enmarca la obra, que genera una fuerte crítica hacia la iglesia católica como institución, ya que impone las normas y parámetros a seguir, sobre todo en la sociedad actual.

¿Cuál es el tema principal de la obra? 

-En Jesús María y José José la crítica principal que se hace es a la iglesia católica como institución. Hacemos un recorrido por la historia de esta tradición, de todo lo que nos han contado y de todo lo que ha hecho y lo decimos tal cual es(...) No vamos contra las creencias de nadie, cada quien puede creer lo que quiera, simplemente cuestionamos un poquito el papel que juega la mujer en una iglesia que es gobernada por los masculinos, donde la mujer no tiene ni voz ni voto y nada más es un cuerpo donde depositar una semilla que se va a convertir en un ser humano. Cuestionamos estos dogmas que vienen desde hace años, que parece que ya están caducos pero muchos se siguen.

Al retomar estas temáticas, ¿cuál sería la finalidad de la obra?

En un estado como Puebla, donde hay una iglesia en cada esquina, es un reto señalar cómo es promovida la violencia de género hacia la mujer desde la religión, donde muchas veces la mujer no tiene ni voz ni voto, se le violenta no de manera física sino psicológica, donde pareciera que ella no puede gobernar su cuerpo, sino una institución que le dice qué tiene que hacer y qué no para que puedaser una mujer, una madre, una virgen, etcétera. Creemos que en este momento, la situación por la que estamos pasando de la violencia de género, es importantísimo ver una religión que gobierna, que controla tanto a las mujeres, específicamente en la ciudad de Puebla (…), tiene un mensaje como muy misógino, muy machista y muy violento contra ellas. 

¿Han recibido críticas por la temática tan delicada que manejan?

-Afortunadamente el público que sigue a Talavera Cabaret ya conoce nuestro humor, nuestra irreverencia, nuestra acidez. Insisto, señalamos a la iglesia en todo lo político, en toda la jerarquía que hay como empresa realmente; nunca nos metemos con la creencia, cada quien es libre de creer en lo que quiera. Mucha gente que viene aquí después del espectáculo nos dice: "Felicidades, me la pasé muy bien, es una crítica muy pertinente, que Dios los bendiga"(risas). Entonces creo que queda muy claro que no nos metemos con las creencias y sí señalamos mucho estas reglas de las letras chiquitas que tiene la religión, que condicionan y oprimen a los que no piensan igual a ellos. 

¿Han tenido dificultades para la realización de la obra?

-No. Creo que este es uno de los espectáculos más afortunados de Talavera Cabaret. Hoy esperamos a 50 a 60 personas, pero las funciones anteriores han sido con llenos totales y agotadas desde un día antes. Entonces, es una obra que a la gente le gusta mucho, precisamente yo creo que porque es un tema tan delicado que poca gente lo toca y nosotros lo hacemos de manera divertida, con mucho humor.

Entonces, ¿crees que resalte o tenga que ver con esta cuestión de la doble moral?

-Puede que, ya sabes este golpe de pecho en la iglesia los domingos a las 10 de la mañana y después vienen aquí a reírse de lo que allá van a rezar(...). Doble moral dicho desde la cultura católica en la que estamos educados todos y que a veces nuestros padres no permiten los cuestionamientos porque es una falta de respeto, entoncesno podemos opinar, no podemos saciar nuestras dudas. Yo creo que aquí vienen a escuchar lo que siempre ellos se han querido preguntar y vienen a encontrar las respuestas que ellos saben que existen, pero que no mucha gente se atreve a decirlo, incluso la iglesia las bloquea. 

¿Cómo hacen este vínculo entre lo irreverente y lo cómico?

 -A través del cabaret qué es nuestro género, de la farsa, de jugar con el absurdo, de decir las cosas más graciosas desde la seriedad, de burlarnos de nosotros mismos, señalarnos también a nosotros mismos. La irreverencia ya viene también en el texto de Humberto Robles, realmente Talavera Cabaret aporta un 20 por ciento, el otro 80por ciento ya está escrita en el texto. Humberto Robles es uno de los más grandes dramaturgos vivos en el país, contados en México y en el mundo. Creo que la irreverencia viene desde el texto y luego apoyada de nuestras estupideces, de nuestro humor que es muy baboso, se nutre y conforman esta bomba de comicidad que llega al escenario y que a la gente le gusta.

Has mencionado que la obra es muy aceptada por el público, pero a ustedes como actores, ¿qué sensación les deja?

 -Para mí, es mi espectáculo favorito, porque es como lo que yo sí siempre había querido decir de la iglesia y que no se me permitió en casa. Y hablar desde un personaje que, de entrada soy un hombre haciendo a un arcángel afeminado en zapatillas, con la ceja hasta arriba, el peinadazo, la falda y todo, y echándome chistes muy homofóbicos y ahí es donde viene la risa, de que un personaje drag (queen) haga estos chistes homofóbicos. Se recibe porque ríes de ti mismo, pero finalmente repito lo que la iglesia dice de los homosexuales, que mucha gente ha repetido sin cuestionárselo y nada más lo dice porque así está escrito en un libro que existe desde hace quién sabe cuántos años y que quién sabe quién lo escribió. Yo creo que por eso a mí me gusta mucho este espectáculo. 

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