-Soy muy abierta a colaborar. Si llegara un hiphopero o reguetonero con un proyecto que me gustara, estaría interesante, porque yo pondría de mi parte. No sería tanto como yo ponerme a rapear, sino quizá haga un lado más melódico que le pueda agregar a una canción, porque a mí me encanta hacer canciones y me encanta que las canciones tengan pies y cabeza, que tengan un motivo, que tengan arreglos, cosas especiales. Es como si fuera pintora, serían mis cuadros y aquí es una cuestión de arreglo y producción. En este tipo de casos el productor se ha vuelto más todólogo; ya no es como antes que era el estudio con el ingeniero, el productor, el arreglista y los asistentes; ahora el productor hace de todo. En conclusión, sí estoy abierta a la colaboración.

¿Cómo fue trabajar con Alex Lora y con Alfonso André?
-En este disco fui y busqué a Alex Lora, para enseñarle las rolas y comentarle lo que estaba sucediendo. Quería que él se enterara, aunque no colaborara.

Obviamente, aprovechando el momento de estar con él frente a frente y viendo que si le latieron los arreglos de sus rolas, le enseñé primero la de Pobre soñador y la de Triste canción; ya después le enseñe Parece fácil y le dije que en esta rola me gustaría que participara y me dijo "órale va, mándamela, yo te mando la letra, me gustó que hiciste los arreglos más cortitos", pues aquí fue un arreglo más corto y estoy contenta de que accedió.
Con Alfonso (André) fue muy casual, pues nos encontramos en una fiesta. Él había anteriormente compartido la versión que hice de Afuera, la cual fue el inicio de la idea de este disco.