Agencias | Reviven el clásico del horror. El hombre invisible aborda relaciones tóxicas
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La protagonista de la cinta asegura que esta nueva versión habla de temas actuales y se convierte en una metáfora relevante de nuestra época.
El hombre invisible es una película de terror escrita y dirigida por Leigh Whannell. La cinta es una adaptación contemporánea de la novela del mismo nombre de HG Wells y es un reinicio de la serie de películas The invisible man. Está protagonizada por Elisabeth Moss, Aldis Hodge, Storm Reid, Harriet Dyer, y Oliver Jackson-Cohen como el personaje principal.
Moss se mete en la piel de Cecilia, quien lleva atrapada mucho tiempo en una tóxica relación con Adrian Griffin, un científico brillante pero manipulador.
Ante las agresiones, Cecilia decide separarse, por lo cual se escapa de su casa con la ayuda de su hermana y unos amigos, pero tiempo después le llega la noticia de que su expareja se quitó la vida y descubre que podrá hacerse con su fortuna ,siempre y cuando no la incapaciten mentalmente.
Tras recibir la herencia, Cecilia comienza ser víctima de extrañas situaciones e intenta probar que alguien, aparentemente invisible, la persigue; sin embargo, su salud mental empieza a empeorar.
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Proceso
El desarrollo de una nueva película comenzó en 2007, cuando David S Goyer fue contratado para escribir el guión. Se anunció que el proyecto revivirá como parte del universo cinematográfico compartido de Universal en 2016, destinado a consistir en sus monstruos clásicos, con Johnny Dep con el papel principal en la película, con Ed Solomon escribiendo el guión.
Después de La momia fue lanzado con una recepción crítica negativa y un desempeño deficiente de la taquilla; el estudio detuvo todos los proyectos en desarrollo. El estudio cambió sus planes de un universo serializado a películas basadas en la narración de historias individualizadas, y el proyecto volvió al desarrollo.
Se anunció que es una coproducción internacional entre Estados Unidos y Australia. Whannell funge como director y escritor. La filmación comenzó en julio de 2019 y terminó en septiembre en Sydney, Australia.
