El centro de la educación es el amor del ser y entender la esencia de las cosas. Así define el filósofo Juan Carlos Mansur Garda su más reciente obra: De la casa de los niños a la morada del ser. En palabras del autor su más reciente libro trata sobre la pedagogía de María Montessori que se ha aplicado en varias escuelas en México. Para María Montessori, dijo el autor, hay un amor muy profundo hacia la escénica de las cosas, cuida su dignidad. "No es una tarea fácil la de ser educador y por eso me parece que vale mucho la pena leer la reflexión de María Montessori porque es una manera de volver a recuperar el centro de uno mismo para poder atender a los otros, a los pequeños". El autor, académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), explicó también que debe haber belleza en el entorno de los niños para que puedan encausarse con amor. El filósofo se presentó en el Colegio La Salle Benavente, como parte del círculo de lectores "Benavente y los escritores", ante un público prevalecido por docentes y pedagogos, el filósofo compartió la filosofía de la pedagoga italiana. "Escribo el libro sobre María Montessori porque me formé la primaria en el método de María Montesori y mi formación es de filósofo como profesión y entonces pude profundizar sobre este método que radica su esencia en el amor, en el verdadero ser", dijo. Filósofo especialista en el tema de la belleza de la educación compartió que su obra también trata sobre comprender la belleza y el arte se articulan con la filosofía, porque así se puede educar. "La escuela Montessori, o casa de los niños, propone que la palabra clave es el servicio, quien no vive para servir, no sirve para vivir", enfatizó el autor. Compartió también que la libertad de la que habla Montessori es educar la libertad para que el niño sepa discernir. El libro de la editorial Herder se publicó en vísperas de la conmemoración de los 110 años de la creación de la primera escuela Montessori que también son llamadas casa de los niños, como se llama la obra De la casa de los niños a la morada del ser.
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