El escritor mexicano da vida a una historia alejada del tradicionalismo y que exige un ritmo de lectura distinto
La pluma de Rodrigo Márquez Tizano no busca ser condescendiente con el lector; da vida a lo que vive entre todos nosotros, las historias que nos rodean y que el escritor mexicano rescata para darles un sitio de honor: letras eternas. "Esta es una obra coherente, establece sus propias reglas de coherencia pero no busca rellenar vacíos, no se trata de contar una anécdota, no contar una historia, lo que más me gusta de la literatura es la que no se obsesiona con contar una historia, las historias están ahí, no las relatas de principio a fin, las historias las crea el lector", dijo. El editor y académico presentó el pasado viernes su tercera obra literaria titulada Yakarta en Profética, su primera novela dentro de su haber profesional. "La novela tiene tiempos, personajes, el mismo protagonista va cambiando de una forma no lineal, eso para mí es Yakarta, un libro de sensaciones". El autor mexicano se adentra en mundo oscuro de líneas narrativas, Márquez Tizano forma parte de la nueva ola de escritores jóvenes que cristalizan la violencia actual en metáforas de construcción. "Yakarta es para mí un texto muy abierto, deja que el lector entre", afirmó.
Cortesía"Las obras para mí como lector son complicadas cuando te trazan el cuadro, el mecanismo que debes seguir para leer, eso para mí es complicado", reconoció. "Yakarta no es una lectura complicada, exige un cierto ritmo de lectura". Márquez nos introduce a El Charco, un pueblo azotado por la desfachatez de la actualidad y en donde el lenguaje marca el camino de un texto salpicado de irreverencia elegante y divertida, una historia que no trata de ser memorable. "No me gusta inmiscuir al lector en lo que no puede pasar después, no quiero hacer personajes entrañables, me interesa la lectura, el proceso de lectura y escritura". Yakarta ofrece un viaje sincero de conversaciones entre los protagonistas y el lector, metáforas bien construidas, una manipulación de universos y un texto que cimenta el trabajo del escritor mexicano. "Es un texto que habla mucho sobre la memoria, para mi esos personajes pasan por el filtro de la memoria y pasan por diversos escenarios. Los personajes existen y ya, no pretendo que este sitio sea un espejo de la realidad", aseguró. Al final de todo, Rodrigo Márquez regala una lectura de sensaciones y acciones, una novela de aventuras. "Es un libro realista dentro de los estándares de realismo, habla de relaciones humanas, de personas, al final es una novela de aventuras". "Para mí es una novela de aventuras y sigue una lógica de novela". |