Se despide Puebla del Festival de Cine Silente

Cerró con la proyección de la película El Tren Fantasma, amenizada por el ensamble Kumantuk Xuxpë

Se despide Puebla del Festival de Cine Silente
Archivo Agencias | La cinta fue restaurada para poder ser proyectada. Se despide Puebla del Festival de Cine Silente

Con broche de oro finalizó el primer Festival Internacional de Cine Silente con la proyección de la película El Tren Fantasma, amenizada por el ensamble Kumantuk Xuxpë con trompeta, guitarra y sonidos electrónicos ambientales que lograron el sonido adecuado para cada escena de la película muda en el Museo Internacional de los Ferrocarriles de México.

Pasaron 90 años para poder ver esta película mexicana que se filmó en Orizaba, Veracruz en 1926, rescatada gracias al cineasta mexicano Aurelio de los Reyes a quien se le hizo un homenaje durante 4 días en el marco del festival con la finalidad de resaltar su trabajo cinematográfico y sus investigaciones.

La Directora de la filmoteca de la UNAM, María Guadalupe Ferrer Andrade, comentó que la película pasó por una serie de trabajos técnicos que permitieron verla como en esa época, tuvo que ser restaurada en un proceso de fotoquímica en el laboratorio de la filmoteca antes de hacer restauraciones digitales.

El ensamble Kumantuk Xuxpë, integrado por los músicos Benjamín García González en la trompeta, Rodrigo Herrera, Eduardo Mejía en la guitarra y Armando Hernández en la parte de sonidos electrónicos y ambientales, fueron los encargados de darle música a la película para encontrar un mejor sentido a lo que se observaba.

Benjamín García comentó que estudiaron la historia para reinterpretar la música y les llevó medio año de trabajo de pruebas de sonoridades y tipos de armonías que querían reflejar en la película.

"Es importante conocer parte de nuestra historia y nuestro pasado a través del cine mudo porque son vestigios que tenemos como mexicanos", concluyó.

El maestro Aurelio de los Reyes declaró en entrevista el proceso de rescate de la cinta durante sus primeros días de trabajo.

"Esta película la rescaté cuando tenía 15 años cuando no había filmoteca ni archivo fílmico, entré de office boy a una compañía, la casa de Julián Mayer. El primer día de trabajo me enseñaron a despachar la correspondencia y a preparar un magnífico pegamento con un frasco de acetona y unos cachitos de película, algunos de los letreros eran los de El Tren Fantasma, se me hizo un crimen lo que estaba haciendo así es que escondí los rollos de la película atrás de la papelería que usaba la secretaria. Cuando se fundó la filmoteca, me puse en contacto con Manuel González Casanova para pedir que se donaran las películas, aceptaron y por esa razón ahora las podemos ver", platicó.