Una mirada a la cuna de la Revolución

La casa de los Hermanos Serdán cuenta con la implementación de herramientas tecnológicas lleva al visitante a un viaje por la historia

Una mirada a la cuna de la Revolución
Karen Rojas | Un sitio de historia, tradición y modernidad, la cuna de la Revolución Mexicana y el inicio de un cambio generacional en el país. Una mirada a la cuna de la Revolución

La historia mexicana honra a quien honor merece, a los acontecimientos que han cambiado las raíces más profundas del país hasta las que han mermado en el rumbo de su futuro.

La Revolución Mexicana toma el título de un acontecimiento que movió las raíces de un país lastimado de dictadura y pobreza. La ciudad de Puebla se convirtió, gracias a los Hermanos Serdán, en la cuna del movimiento armado, social, económico y cultural que cambió a México.

La familia Serdán fue pieza fundamental para derrocar al gobierno dictador de Porfirio Díaz, presidente de México en esa época y para hacer valer los derechos de los ciudadanos.

A lo largo de 50 años, el hogar de los revolucionarios ha atraído a miles de visitantes locales y extranjeros.

Su constante visita es una muestra papable del trabajo de museografía por parte de los encargados del lugar para el rescate del espacio, implementación de otros, el cuidado del mobiliario existente y la colocación de objetos para decorar cada habitación.

Cada elemento explica los pasajes que se vivieron, fotografías rescatadas, grabados, periódicos y otros objetos llevan la historia hasta la actualidad con un aire de modernidad y tradición en el mismo lugar. 

La implementación de herramientas tecnológicas lleva al visitante a un viaje a través del sitio que dio vida y pie al movimiento revolucionario.

Dice la historia que los hermanos Serdán se dedicaron a la fabricación y venta de zapatos, trabajo que puede verse al entrar al museo del lado izquierdo donde se encuentra una vitrina con algunos pares de esa época.

El siguiente cuarto alberga elementos que se asemejan a un taller de zapatos con una mesa de madera, una máquina de coser, hilos y diferentes objetos adaptados a esta representación.

Un estudio donde Aquiles escribía cartas, se encuentra a la siguiente habitación, el espacio también guarda un mueble repleto de sobres, con cuadros en la pared de su abuelo materno, el general Miguel Cástulo Alatriste Castro, hombre valiente que luchó en la invasión norteamericana de 1847.

Apoyó a Benito Juárez en las Leyes de Reforma y fue gobernador de Puebla, cuando los franceses invaden México, fue hecho prisionero y fusilado en Izúcar de Matamoros. No permitió que le cubrieran los ojos y gritó que moría por su Patria. De esa manera, la familia Serdán hereda el espíritu de lucha en defensa de los derechos.

También se pueden observar cuadros de la familia Serdán: Aquiles con su hijo Aquiles, uno de sus tres hijos, su esposa Filomena de Valle de Serdán, los papás de los hermanos Serdán: Manuel Serdán Guanas y María del Carmen Alatriste Conrrada, los hermanos Carmen, Natalia, Aquiles y Máximo Serdán.

Dos habitaciones hacen alusión a las recamaras de los hermanos, con camas de la época, decoradas con lavabos, roperos y un tocador con objetos decorativos como muñecas, cuadros, lámparas, cepillo y perfumero, similares a los que ocupaban en ese momento.

En la siguiente sala se encuentra la representación de los hermanos; Carmen, Aquiles y Máximo con un cuadro frente a ellos hecho de ónix que representa la llama de su espíritu, a la derecha la bandera mexicana, el escudo nacional y la leyenda "A la memoria de quienes entregaron su vida en la defensa de los ideales que conforman el México contemporáneo".

El comedor tipo francés, decorado con un piso de ladrillos, guarda una hermosa mesa, sillas, tazas, platos, vasos, un filtro de agua, con decoraciones de talavera; existen dos cocinas típicas poblanas, con fogones llamadas "carboneras", cazuelas de barro y decoración lujosa como en esa época.

Hay dos baños con tinas en color amarillo, el escusado es bajo debido a que en esos años cuidaban su salud y consideraban que la mejor manera era en posición de cuclillas, uno de los baños tiene una pequeña caldera donde metían leña y ocote para calentar el agua.

Una caballeriza con el piso original de piedras de ríos, le brinda al recinto un toque de época que contiene también un carruaje en color negro, donado por la señora Lucina Suárez de Moreno Valle, abuela del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle.

Una escalera con escalones muy angostos dirige a la segunda pieza donde se pueda apreciar a segunda cocina, adornada con detalles de talavera, cazuelas, tazas, el enorme fogón, en la pared se encuentra la imagen de San Pascual.

El reinaugurado reciento ofrece a la vista de los visitantes los hologramas de personajes destacados como Porfirio Díaz y Aquiles Serdán, que relatan parte de la historia del movimiento armado.

La voz de los personajes fueron extraídos de una grabación original de Porfirio Díaz, cuando se dirige a Edison.

El famoso espejo baleado adorna la habitación donde también se pueden observar los hoyos en la pared y en las puertas además de los dibujos del periodista García Cabral, representando sucesos de la batalla.

El recorrido dirige a los visitantes a dos salas donde pueden apreciar películas de esa época donde también los niños pueden aprender jugando por medio de la tecnología y competir a través de preguntas y dinámicas de historia.

El arte contemporáneo se hace presente con un mural del artista canadiense Arnold Belkin, que plasmó en su obra La Lucha continúa, el momento de la batalla de los hermanos Serdán y los estudiantes acaecidos en 1968.

El recorrido histórico termina su recorrido con una estatua de bronce de Aquiles Serdán rodeado de imágenes de Venustiano Carranza, Francisco I Madero, Emiliano Zapata y frases célebres.

Un sitio de historia, tradición y modernidad, la cuna de la Revolución Mexicana y el inicio de un cambio generacional en el país.

El museo de la Revolución Mexicana se encuentre en la Calle 6 Oriente No. 206 Col. Centro, el horario es de 10 a 17 horas de martes a domingo. Los niños y los poblanos con identificación entran gratis y para los visitantes es de 25 pesos.