Abren telón del Libro fantasma

Como parte de la programación de la muestra regional de Teatro de la Zona Centro, se presentó la puesta en escena en la Casa de la Cultura

Abren telón del Libro fantasma
Archivo Agencias | La obra es una adaptación de Mario Bellatin. Abren telón del Libro fantasma

Como parte de la programación de la muestra regional de teatro de la Zona Centro, se presentó la puesta en escena El libro fantasma de El libro Uruguayo de los muertos el viernes y sábado pasados en la Casa de Cultura, en el Centro Histórico.

El monólogo interpretado por la actriz Silem Ortiz Tapia mostró parte de una confesión autobiográfica del escritor peruano-mexicano Mario Bellatin. Por medio de diálogos, la actriz, trasladó al espectador a diferentes momentos de su vida, pasajes familiares y recuerdos con un toque de ficción.

Una bicicleta y una caja encima que mostraba diferentes fotografías, fueron parte de la escenografía y elementos que tomó la actriz para realizar su interpretación.

Foto: Archivo Agencias

Vestida de cabeza a pies con una enorme envoltura de papel color blanco, se realizó esta puesta en escena. La compañía fantasma El Balcón, representante de Oaxaca, refleja el interés por el espacio público desde lo privado; la relación entre documento, la ficción y la coreografía cotidiana fueron un reflejo de la vida contemporánea.

La presentación en versión de performance en kamishibai (palabra que en japonés quiere decir teatro de papel) sobre bicicleta de El libro fantasma de El libro uruguayo de los muertos, apareció en forma de fragmentos de la información del libro original exhibiendo parte de la publicación original y la inmaterial, logrando cautivar y confundir a los que observaban la obra.

La elección de utilizar como soporte un kamishibai se originó por accidente cuando la protagonista cayó a una alcantarilla en su bicicleta y así descubrió el suceso de muerte de un ciclista, de ahí lo transportó al escenario para mostrar este pasaje con su ejecución actoral.

La dirección, el diseño de escenografía y vestuario estuvo a cargo de Saúl López Velarde; iluminación por Liliana Alberto; producción ejecutiva y gestión administrativa por Sonia Díaz Gregorio; realización por Neftalí Salvador Cruz y diseño gráfico por Mónica Arango y Alfonso Cervantes Baltazar.