Llega a Puebla El hombre que vio demasiado

La coproductora del documental sobre Enrique Metinides explicó a fondo cómo el fotoperiodista capturó la realidad

El documental El hombre que vio demasiado se estrenó ayer viernes en cines comerciales de la ciudad de Puebla. El trabajo aborda parte de la vida de Enrique Metidines, quien es considerado un ícono de la fotografía de nota roja en México y el mundo. Su trabajo se expone en un documental que ha recibido varios reconocimientos, entre los que destacan dos premios Ariel como Mejor Largometraje Documental y Mejor Música Original. El filme reta a las zonas de confort y constituye un dilema entre mirar o no aquello que desata el morbo visual.

En entrevista, Isabel del Río, coproductora del documental, relató que la idea de realizar este proyecto surgió hace 8 años cuando la directora Trisha Ziff conoció a Enrique Metidines, con quien trabajó el libro de fotografía 101 tragedias, que contiene parte de su archivo; esto llamó la atención de Trisha y consideró llevarlo a las pantallas para que el público lo conociera como artista, más que como un fotoperiodista.

"Enrique colaboró mucho con nosotros y nos prestó su archivo para empezar esto. Pensamos abordar su trabajo de los años 40 a la década de los 80 y la nota roja actual, así que buscamos a fotoperiodistas para ver cómo trabajan y qué tipo de fotos se hacen porque ha cambiado la edición actualmente y de esto se trata en la película", refirió.

-¿Cómo describes la experiencia de haber trabajado al lado de Enrique Metidines?

"Fue una experiencia increíble conocer al artista y ver el ojo que tiene. Fue muy bonito porque es una gran persona. Sus historias nos fueron llevando a locaciones que fuimos descubriendo y nos asombramos con él. Es muy carismático y hace que sus obras se vean de una forma ligera".

-¿Cuáles fueron las impresiones de Enrique al ver la película?

"Fue al primero que se la presentamos, le gustó mucho y le sorprendió que encontramos ciertos testigos de algunas fotos y personas que salieron".

-¿Qué aprendizaje les dejó haber trabajado en este documental?

"Ver la fragilidad de la vida, Metinides lo deja muy presente. En cualquier momento puedes morir en un accidente o algo puede suceder; creo que nos impactó mucho a Trisha y a mí porque fuimos las que más trabajamos con las fotos, te hace replantearte que todos los días se deben valorar la vida y a tus seres queridos porque no sabes cuánto tiempo los vas a ver. Queremos que la gente se dé cuenta. Algo que Trisha Ziff quiere mostrar es la violencia que están viviendo actualmente los fotoperiodistas y que han sido asesinados".

El mensaje

"La película es un homenaje a todos aquellos que han fallecido desde 2000 hasta ahora y para conmemorar a Rubén Espinosa, que murió asesinado en la colonia Narvarte en 2015 justo cuando estábamos cerrando la edición, era amigo de uno de los periodistas con los que estuvimos. Después de los créditos pusimos un pequeño mensaje para contar su historia. Deseamos que los espectadores valoren su trabajo, esfuerzo y los peligros que viven", agregó Del Río.

El proceso

Isabel platicó que empezaron el proyecto a finales de 2012; sin embargo, por cuestión de financiamiento, no tuvo continuidad. Los solucionaron con becas y solventaron los gastos para concluir el documental que duró 3 años el proceso de arduo trabajo.

El rodaje

Durante la grabación, parte de la producción salió con cinco fotoperiodistas a recorrer diferentes puntos de la Ciudad de México para captar imágenes. Del Río señaló que se mueven juntos en uno o dos coches para protegerse en medio de la violencia que se vive en el país. El primer día fueron testigos del asesinato de tres personas en un barrio peligroso al norte de la ciudad. Este acontecimiento los dejó marcados por ser una experiencia muy fuerte.

Fotoperiodismo VS inmediatez de las redes sociales

"Los fotoperiodistas nos dijeron que su misión es encontrar la verdad más objetiva que se pueda, pero ahora tienen en contra las redes sociales porque por ahí se esparcen muchos chismes y comentan que ganarle al chisme es difícil, porque la sacan primero sin intentar saber qué sucedió a fondo. Con tantos celulares, ahora la gente se vuelve testigo y fotógrafo pero eso no significa que estén fotografiando la verdad, todo es muy subjetivo", refirió.

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