Desnuda Juan Pablo Villalobos la realidad con humor negro

El escritor mexicano presenta en Puebla su novela No voy a pedirle a nadie que me crea, con la que ganó el Premio Herralde 2016

El escritor Juan Pablo Villalobos utiliza el humor negro como una herramienta filosa para desnudar la realidad. El autor está de visita en Puebla para presentar su novela No voy a pedirle a nadie que me crea, la cual fue galardonada con el Premio Herralde de Novela 2016, donde el autor agudiza el sentido del oído al presentar una arquitectura polifónica que sirve para sostener una historia plagada de extorsión y delincuencia organizada, desde la intimidad de la autoficción, carta y el diario.

Lo primero que uno se encuentra al abrir las páginas de su última obra, es un epígrafe de Tito Monterroso que indica el camino que seguirá el lector: "El humorismo es el realismo llevado a sus últimas consecuencias".

"Me parece que, de alguna manera, sintetiza todo el esfuerzo que hice en esa novela por llevar ese realismo a la mexicana, tan hiperbólico, tan inverosímil con lo que nos ha sucedido en los últimos años, y que esto acabaría dando un efecto humorístico porque, al fin y al cabo, lo que sucede cuando tú exageras la realidad, es el ridículo", aseguró Juan Pablo Villalobos en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla.

-¿Cómo llegó Juan Pablo Villalobos al sello editorial Anagrama?

"Bueno, pues yo envié el manuscrito de mi primera novela Fiesta en la madriguera por correo al Premio Herralde en el año 2009 y así fue como los editores la leyeron, Jorge Herralde me escribió diciéndome que quería hablar conmigo, lo visité en su oficina en Barcelona, donde yo vivía y sigo viviendo, y me dijo que le había gustado mucho la novela".

-¿De dónde surgió la idea de No voy a pedirle a nadie que me crea?

"Del proyecto de escribir una novela que combinara mis dos mundos, el México donde yo he vivido 30 años de mi vida y obviamente los años más importantes, la infancia, los años de formación, y también la vida en Barcelona, sentía la necesidad de incorporarla en mi literatura, quería también incorporar en mis libros mi condición de expatriado, mi condición de inmigrante. Quería una novela que combinara estos dos mundos y también una novela que jugara con el mundo del crimen y el mundo académico, el mundo de la literatura y el mundo de la corrupción, de la alta política".

-¿Pensaste que podría servir el recurso de la metaficción para agudizar el humor negro, por ejemplo, parodiando al mundo académico?

"Es algo que ya he hecho, poner en el mismo nivel discursos que provienen de distintos metalenguajes, en este caso un discurso que viene del mundo académico, lleno de palabras teóricas, también un discurso que viene del mundo literario, lleno de referencias de la tradición literaria; ponerlo a funcionar de manera paralela al discurso del mundo del crimen por una parte, y al discurso empresarial del neoliberalismo".

-Uno se ríe de sí mismo, ¿crees que eso nos da libertad? y de ser así, ¿es por eso qué decidiste la autoficción?

"De hecho en la novela decidí utilizar mi nombre porque el proyecto de la novela era burlarse de todo, hacer humor con todo y para que esta premisa funcionara, lo que tenía que hacer era empezar por reírme de mí mismo, porque reírse de uno mismo, legitima hacerlo absolutamente con todo".

-Me parece que llevas la parodia no sólo al nivel semántico: una novela negra y de humor, sino a la forma, ya que también utilizas los géneros literarios como las cartas o el diario. En este sentido, ¿cuál es la importancia que tiene para ti al momento de narrar?

"Yo escribo esta novela como una parodia a estos géneros desde un cierto hartazgo a esta literatura que se ha estado haciendo en los últimos años, entonces mi idea de parodiar estos géneros era utilizar sus recursos narrativos, pero para articular una ficción realmente hiperbólica, una ficción absolutamente inverosímil. Por eso el título de la novela, de hecho, está parodiando ya los géneros, en la literatura íntima hay una petición de credibilidad".

-¿De qué podemos reírnos, le preguntaría a Juan Pablo Villalobos, escritor?

"De todo, absolutamente de todo, desde mi punto de vista no hay censura".

-Uno siempre escribe desde una tradición, ¿cuál sería la de Juan Pablo Villalobos?, porque parece que en la novela planteas una reivindicación de ciertos autores catalanes y mexicanos.

"Yo creo que los escritores aspiramos a escribir un libro que nos gustaría leer y la tradición literaria que yo reivindico es la de ciertos autores marginales o que no pertenecen necesariamente al canon, que son poco solemnes, autores irreverentes, algunos de ellos directamente humorísticos".

-Para algunos autores es de suma importancia la estructura, para otros lo es el tema, me parece que tú apuestas el todo por el todo, en cuanto al registro o tono, sobre todo en el manejo que haces de los narradores para construir una arquitectura polifónica, ¿de dónde surge la idea para decidir estos cuatro puntos de vista, y así darle forma a tu historia?

"A mí lo único que me interesa es encontrar las voces narrativas. Yo creo que cada relato tiene una voz para ser contado y el proceso de encontrar esa voz es lo único que me interesa de escribir, por eso en No voy a pedirle a nadie que me crea hay varias voces, porque me parece que es una novela que se tenía que construir con diferentes perspectivas y que cada una de esas perspectivas tendría que tener su propia voz".

-¿El tema del inmigrante me parece que bordea de cierto modo la obra, de dónde consideras que eres ahora que no vives en México?

"Soy mexicano y soy de Barcelona, vivo en Barcelona, obviamente nunca voy a tener una identidad española, ni una identidad catalana, de hecho no me interesa, tampoco me interesa la identidad mexicana, me interesa la identidad en lo más local posible".

-Para concluir, ¿en qué estás trabajando ahora?

"Acabo de terminar de escribir un libro de relatos sobre niños migrantes de Honduras, Guatemala y El Salvador. El año pasado estuve en Estados Unidos realizando entrevistas a diez niños, con sus testimonios he escrito un libro de cuentos que se llama Yo tuve un sueño y que será publicado por Anagrama en enero del 2018".

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