"Cambia paradigma para transmitir cultura"

El esquema de la transmisión de saberes se ha ido modificando con relación a las necesidades que la sociedad demanda

"Dos puntos indispensables de la participación de la cultura en la economía son la gobernanza del derecho de autor para defender la creación en el entorno de las industrias creativas y, dar a los artistas las capacidades y habilidades para participar de manera efectiva en el nuevo esquema", aseveró Carlos Villaseñor, miembro del Consejo de Expertos para el Desarrollo Cultural de la UNESCO.

Planteamientos como éstos fueron los que se discutieron el pasado jueves durante la primera mesa El Valor Económico de la Cultura del Primer Ciclo Diálogos 2018, en el museo UPAEP. Durante la charla se abordaron las temáticas relacionadas a cómo se interactúa con la cultura, las aportaciones económicas que genera, el quehacer de los artistas, el impacto del sector cultural en diversas secciones sociales, el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y la posición de las industrias culturales en la sociedad actual.

Daniel Ignacio Gómez Soberón, coordinador estatal del INEGI, resaltó datos importantes y dijo que el instituto busca estandarizar la información para que se puedan medir los fenómenos económicos y poder tener elementos de comparabilidad con los que se pueda saber cómo se encuentran ciertos criterioscon relación a una plataforma conceptual. Sin embargo, uno de los grandes retos a los que se enfrentan es decidir los criterios para definir cuáles son los bienes culturales. 

Quizá una cifra a destacar fue el hecho de que el 37 por ciento de la población adquirió productos culturales en la vía pública, como libros, revistas y discos de música, videos, softwares y videojuegos, gasto que ascendió a 57 millones de pesos en 2012, lo que da una idea de lo que representa el comercio informal en la cultura.

Por su parte, Carlos Villaseñor mencionó que actualmente la transmisión de los conocimientoso circulación simbólica se da a través de las industrias culturales, ya que el cambio de paradigma de cómo transmitir la cultura gracias a las actuales tecnologías, repercute en el aprovechamiento de los bienes culturales.

"No es que queramos agarrar el patrimonio, empaquetarlo y venderlo. No, la mayoría de la circulación simbólica se da a través de las industrias culturales, y hoy por más que tengamos un teatro todo el año, es evidente que si esa función de teatro se graba y se transmite por internet, podrá tener en un solo día muchísimo más público del que tendría en un año en cualquiera de las salas de teatro".

Por ello, en la etapa actual la riqueza está determinada por la capacidad de producir, atraer y reformular el conocimiento, por lo que muchas de las empresas que mayor valor tienen a nivel internacional, son aquellas cuyos principales activos son los conocimientos o los derechos de autor, comentó el miembro de la UNESCO.

"Porque ya las cosas no se hacen de la misma manera, porque necesitamos adaptarnos a esos cambios, porque tenemos que introducir medidas regulatorias, enlace de cadenas de valor, relacionar a los productores", dijo Villaseñor.

Cómo enfrentarse a los nuevos fenómenos de difusión de la cultura es el reto de las industrias culturales, por lo que la transformación que están teniendo las actividades artísticas con fines comerciales afecta la relación con los artistas.

El esquema de la transmisión de saberes y conocimientos se ha ido modificando con relación a las necesidades que la misma sociedad demanda. Los bienes culturales se adaptan a los nuevos modos en los que la economía se mueve.

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