A partir de este miércoles de cenizas se suspende todo exceso y descontrol de las tradiciones cristianas en el mundo
El carnaval, jolgorio de concupiscentes excesos, es el tiempo de permitir lo que a las buenas costumbres les es aterrador. A partir del miércoles de ceniza se suspende todo exceso y descontrol en las tradiciones cristianas. Dirían por ahí: "vuelve el pobre a su pobreza, vuelve el rico a su riqueza y el señor cura a sus misas". Fotos: Joel MerinoDesde los egipcios, pasando por las culturas griega, romana, asiática y americana, se rinde un homenaje a los dioses del vino y el placer; se termina con el carnaval el tiempo de burlarse sin recato y sin castigo. |