El Relato exige contención e intensidad: Claudina Domingo

Después de ganar el Premio Iberoamericano Bellas Artes de Poesía “Carlos Pellicer”, incursiona en el cuento

La poeta y narradora Claudina Domingo conversó con El Popular, diario imparcial de Puebla, acerca de su libro de poesía Tránsito (FETA) y el libro de narrativa Las enemigas (Sexto Piso); aseguró que, a diferencia de la narrativa, "la poesía es un instante, en este génerouno está acostumbrado a que el texto gravite en torno a una sola emoción, por el contrario, en la narrativa hay contrapuntos, un espacio más amplio en donde caben más tiempos, más atmósferas, más emociones".

¿Claudina, has publicado poesía y narrativa, cómo es que inicias tu trabajo con las letras, cuál fue el primer género que abordaste?

-Empecé sobre todo a escribir poesía en la adolescencia, en esa época me deslumbraba leer la gran poesía hispanoamericana, la poesía de la Generación del 27, los poetas vanguardistas; hice algunos experimentos en ese momento, quise escribir un poema sobre la Ciudad de México, me imaginaba un poema río que finalmente se convirtió, tiempo después, en el libro Tránsito, editado por el Fondo Editorial Tierra Adentro.

Durante todo ese tiempo tenía pensado que también debería escribir narrativa, quería ser una escritora total, pero me parecía que había tiempo, no era algo que necesitaba emprender inmediatamente y cuando quise empezar a hacerlo, me di cuenta que era muy complicado cambiar de chip de la poesía a la narrativa. Me llevo muchos años, conllevó, por ejemplo, a varios ejercicios como novelas fallidas, pero que sirvieron como ensayo, como ejercicio de la escritura.

En ese sentido ¿cuál sería la diferencia de manera general, digamos, más allá de la forma, que existe entre la poesía y la narrativa?

-La poesía es un instante, entonces cuando uno trabaja este género está acostumbrado a que el texto gravite en torno a una sola emoción, a una sola atmósfera, a un solo instante; en cambio,en la narrativa hay contrapuntos, un espacio más amplio en donde caben más tiempos, más atmósferas, más emociones, por lo tanto, lo que se plantea ahí es un reto técnico que implica saber moverte en medio de todo eso, saber escenificar, saber cuándo se deben usar diálogos, digamos esas cuestiones que tienen que ver más con la técnica narrativa.

A partir de la tradición que existe en la literatura sobre el paseo, donde personajes como Walser, Stevenson o Hazlitt han reflexionado sobre éste y,a propósito de lo que escribiste en Tránsito, me gustaría preguntar ¿cuáles fueron tus conversaciones con esa literatura?

-Más que querer ingresar a la tradición de flâneur, los referentes que tuve, además de las voces de la calle, del paisaje de la ciudad de México, fueron las crónicas de la conquista, las vertidas en la Historia general de la Nueva España, y con esos referentes hacer un diálogo y con otro tipo de momentos que me brindó la referencia periodística, por ejemplo las referencias a Tlatelolco; busque entonces información periodística, la cual hallé en revistas como Proceso, sobre las voces de los sobrevivientes del temblor, en fin, una serie de cosas, entonces lo que quise hacer, más que un collage, fue la idea de un diálogo con esas voces.

¿Cómo es que afrontaste la escritura de tu libro llamado Las enemigas, en el sentido de que es otro género también diferente a la poesía y a la novela?

-A finales de 2009, comencé escribir una serie de relatos, en ese momento no terminaron por convencerme, posteriormente, a finales del año 2014 recordé que tenía algunas ideas de aquel momento, así que comencé el trabajo de retomarlas y agregar algunas otras ideas, otras historias. Claro, comencé a trabajar desde cero, y en ese momento creía quizá ingenuamente que antes de acometer una novela, tenía que aprender a dominar la narrativa breve. Sin embargo, ahora que lo pienso, creo que no fui tan ingenua ya que el relato exige una gran contención, al mismo tiempo que una gran intensidad y no te permite meter cosas inútiles.

Si en tu libro Tránsitoel caminante es la figura principal ¿cuál sería la columna vertebral del libro Las enemigas si es que la tiene, si hay un tema o preocupación común que ocupe a estas historias?

-Sí, hay varias preocupaciones, una es explorar la idea de la muerte, en este libro cada uno de los personajes está obsesionado con la muerte suya o de alguien másy, por otro lado, el tema de la relación de los personajes con la madre, no de la maternidad; es decir, la relación conflictiva o la relación idílica.

¿Cuál fue el germen de los relatos de Las Enemigas?

-Algunos de ellos surgieron de un sueño, de una anécdota, una nota periodística. Son muy diversas las formas de comenzar a contar una historia, pero debo decir que aprendí a escribir relatos, escribiendo este libro.

Después de incursionar en la poesía y el relato breve ¿dónde te sientes más segura?

-Me gusta mucho escribir narrativa, pero sucede lo mismo con escribir poesía, siento que son cosas puedo ir alternando, que no necesariamente tengo que decantarme por un género. Lo que ocurre generalmente con esto, es que, me parece, estamos más acostumbrados a que los narradores sólo se dediquen a la narrativa, y le damos "permiso" los poetas de dedicarse al ensayo, y a los ensayistas no les damos más "permiso" que escribir únicamente ensayo.

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