Artesana de 80 años asegura que “el gusto crea cosas maravillosas”

Izúcar de Matamoros es un municipio lleno de cultura y tradición, de mucho colorido, reconocido por el árbol de la vida y su artesanía que ha traspasado fronteras.

Doña Isabel Castillo Orta, es una artesana que comenzó desde muy joven a elaborar sus primeras piezas de arte y hoy, a sus más de 80 años, aún continua pintando piezas originales, ya que no necesita moldes, cada uno de sus trabajos es único.

La artesana destacó que son más de 60 años los que lleva pintando, resaltando que "cuando te gusta lo que haces, creas cosa maravillosas".

El lunes se celebró el día del artesano, en conmemoración al día de San José, quien fue carpintero y que pasó a su descendencia, es importante destacar que los artesanos y artesanas son una parte social importante para nuestra cultura.

Doña Isabel cuenta que en su familia, desde que iniciaron sus bisabuelos con este arte, ya se pueden contar aproximadamente 200 años, resaltando que en su familia es una tradición ser artesano, ya que este arte lo van pasando de generación en generación.

Destacó que el arte de barro policromado es un arte muy bonito y admirado; sin embargo, en este municipio de Izúcar de Matamoros, a pesar de tener la cuna del árbol de la vida, las personas no lo compran y no es porque no quieran, sino que por la economía no es posible adquirir estos detalles; aun así en el extranjero también es muy admirado, y están dispuestos a dar una buena cantidad por uno de estos trabajos.

Dijo que un buen artesano, no necesita moldes para trabajar, y resaltó que ha viajado por muchos países, uno de ellos es Inglaterra, en la ciudad de Manchester donde acudió con los gastos pagados a realizar una de sus obras, una de las cuales mide dos metros de alto.

Señaló que es un trabajo que no le aburre, todo lo contrario, quiere avanzarle cada día más porque quiere verlo terminado, platicó que tiene un pedido, donde le solicitaron ciertos colores, entre ellos,predomina el color azul, mientras que también agregó que hay a quienes les gustan los colores tradicionales, que son los más llamativos.

Mencionó que todos sus hijos y nietos ya aprendieron la técnica y algunos tienen su propio taller.