Piden inventario de templos
Académicos se reunieron para tratar el tema de la importancia de un inventario y catalogación de templos afectados
Lo edificios históricos en la ciudad de Puebla son un referente a nivel mundial, y la conservación de dichos sitios es de gran importancia, sobre todo la preservación de aquellos espacios arquitectónicos que han sido dañados, como es el caso de varios edificios del primer cuadro de la ciudad que se vieron afectados tras el sismo del 19 de septiembre del año 2017. Al respecto, el día de ayer el profesor humanista Francisco Javier Pizarro Gómez, investigador y director de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes, habló sobre la importancia de un inventario y catalogación de templos afectados por el sismo del 19 de septiembre de 2017, acto que debiera efectuarse tanto antes como después de las catástrofes. El catedrático, colaborador de la facultad de Arquitectura de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), dijo en conferencia de prensa que actualmente existen catálogos e inventarios arquitectónicos y arqueológicos hechos por el INAH y otros organismos, pero es de su desconocimiento la existencia de catálogos de los bienes muebles, por lo que cabría realizar la labor. Apuntó que el inventario es el primer nivel de conocimiento y protección del patrimonio: "Si no sabemos los que tenemos entre manos y en qué estado se encuentra y cuáles son sus circunstancias antes de que ocurra ninguna desgracia, la operación que se haga después nunca se hará con las mismas garantías que si se hace cuando se dispone de información histórica, técnica, que es lo que los inventarios y los catálogos del patrimonio arrojan". Comentó que los acontecimientos negativos, bien sean de la naturaleza o humanos, ponen de manifiesto la necesidad de tener catalogado el patrimonio, tanto porque es una práctica de prevención como porque facilitaría el proceso en las políticas de intervención de los organismos competentes. "Por eso la pertinencia de las políticas patrimoniales, obviamente por los organismos responsables, locales o municipales, estatales o federales, pero también la responsabilidad de las instituciones que pueden formar a los especialistas, a los grados técnicos que son los responsables en primera instancia de la gestión del patrimonio". Comentó que si se dispone de información sobre el edificio y sobre las piezas que hayan sido afectadas por la catástrofe se intensifican las mejoras en los resultados, lo que genera mayor adecuación a la identidad histórica del objeto inmueble. De no existir este tipo de bancos de información, la intervención de los sitios tiene menor garantía de éxito. Indicó que habría que renovar los catálogos existentes a los sistemas actuales, además de generar fichas homologables con organismos nacionales e internacionales. Dijo que en el estado hace falta uno o varios equipos que realicen fichas para volcarse a inventarios generales como los de la UNESCO o en bancos de datos universales. Resaltó que es una labor compleja y ardua que tardaría años, ya que se necesitaría la intervención de historiadores, técnicos fotógrafos, especialistas en arte y todo un equipo multidisciplinar, lo que representaría un alto costo. Además, se tendrían que realizar las fichas de cada una de las piezas que contiene el bien inmueble. "No es fácil porque hay que inventariar cada pieza en un retablo, exige no una ficha sola, sino cada escultura, cada pintura, cada relieve. Es una labor muy meticulosa y muy compleja". Por su parte, Verónica Orozco Velázquez, catedrática de la facultad de Arquitectura y especialista en Bienes Culturales de Origen Eclesiástico, dijo que sería difícil calcular el tiempo que tomaría catalogar los bienes inmuebles del estado, ya que habría que contar con el equipo y presupuesto, además de que existen zonas de difícil acceso, sin embargo sí sería necesario realizar el trabajo. "El inventario es una herramienta, un instrumento preventivo porque si yo tengo mi catálogo, en caso de cualquier contingencia, sea natural o humana, hablando también del robo de arte sacro, podemos saber exactamente qué pieza, qué año, etcétera y se puede agilizar la búsqueda o su restauración". No obstante, comentó que en Puebla existe personal capacitado para realizar esta labor, además de ser uno de los estados que más se ha preocupado por hacerlos, prueba de ello son las maestrías en restauración y conservación que ha habido en diferentes instituciones académicas, como el caso de la UPAEP, que oferta la maestría en Bienes Culturales de Origen Eclesiástico. |