Ser escritor me ha ayudado a conocerme y a odiarme: Guillermo Fadanelli

El autor de Lodo estuvo en la capital poblana donde impartió el Taller Literatura y Filosofía en la BUAP

Ser escritor me ha ayudado a conocerme y a odiarme: Guillermo Fadanelli
Alejandro CORTÉS | Conversó acerca de Meditaciones desde el subsuelo Ser escritor me ha ayudado a conocerme y a odiarme: Guillermo Fadanelli

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"La experiencia literaria es, en mi opinión, uno de los caminos del conocimiento más profundos que tiene el hombre en sus manos. Ser escritor me ha ayudado a conocerme, pero también a odiarme", confesó en entrevista el escritor Guillermo Fadanelli para El Popular, diario imparcial de Puebla.

En Meditaciones desde el subsuelo, el más reciente libro del ensayista nacido en la Ciudad de México, regresa a una senda donde la reflexión y el cruce de ideas son los compañeros en esta andanza. El autor de Lodo estuvo en la capital poblana donde impartió el Taller Literatura y Filosofía los días 19 y 20 de abril en la Sala Lúdica de la Librería Universitaria de la BUAP.

Durante todos estos años, ¿cuál ha sido el mensaje o enseñanza que le ha dejado la escritura?

-La escritura me ha llevado a dudar, a desconfiar, a poner en entredicho todas las verdades, a saber que nadie tiene superioridad moral, ni idea del bien. La literatura es duda, es metáfora, es misterio, es conocimiento; para mí ha sido una especie de camino alternativo marginal, un camino periférico y una nueva forma de vivir. La experiencia literaria es, en mi opinión, uno de los caminos del conocimiento más profundos que tiene el hombre en sus manos. Ser escritor me ha ayudado a conocerme, pero también a odiarme.

A propósito del nuevo libro de ensayos, que publica después de la novela El hombre nacido en Danzig, ¿cómo se dio el proceso de Meditaciones desde el subsuelo?

-Siempre que paseo y camino, estoy pensando, la reflexión no tiene hora, las dudas llegan sin avisar. El proceso de este libro es mi vida entera, son las conclusiones a las que he llegado a esta edad, probablemente mañana piense algo distinto.

¿Qué herramientas te ofrece el género ensayístico a diferencia de la novela o el cuento?

-Con este género literario me siento como en casa, me da un libertad absoluta, puedo hacer lo que se me da la gana, acostarme cuando deseo, levantarme cuando quiero, comer lo que desee, citar a quien quiera; me doy, incluso, a veces el lujo de ser ignorante, siempre y cuando sea gracioso y la idea sea pertinente. El ensayo es un cruce de caminos, es mi género favorito.

Existe un planteamiento en el proceso de lectura que fortalece el intimismo, ¿crees que esta actividad sirva, de algún modo, para enfrentar estos tiempos donde, además, hay mucha información?

-Yo creo que el exceso de información y el alud o la montaña de datos y estadísticas nos sepultan y no nos permiten pensar, hay que saber apartarse, hacerse a un lado del camino y desde allí construir, tomar distancia y perspectiva; creo que en este libro lo que estoy tratando decir, es que la literatura te ayuda a alejarte un poco del mundo, para tener una perspectiva, reflexionar y pensar para volver a la batalla.

El paseo es un espacio-temporal al cual antes has dedicado páginas, ya sea en un artículo sobre Walser o, de algún modo, en Elogio de vagancia ¿cuáles son las posibilidades que te ofrece el entrecruzamiento del camino y las ideas?

-Yo creo que las ideas son nubes, cuando uno piensa no lo hace con hechos y datos sino que pasea, reflexiona, se extravía y luego encuentra algún tipo de conclusión, pero las conclusiones nunca son definitivas.

En este libro reciente acudes a Thomas Bernhard ¿cómo inicia esa simpatía con el autor austriaco?

-Porque Thomas Bernhard era un hombre amargado que odiaba todo lo que estaba a su al rededor, un hombre que tenía tuberculosis pero, sobre todo, le molestaba la institución y odiaba a los escritores de su época y es posible que quizá, a partir de esta amargura haya producido o nos haya entregado cierto tipo de iluminación; él se suicida, lo digo metafóricamente, para que nosotros podamos seguir caminando

 

Para concluir, ¿cuál consideras que debe ser el papel de la literatura en estos momentos, en el sentido de que lo que se presenta ahí son reflexiones e ideas?

-La literatura no tiene un papel objetivo, porque las novelas y los libros de ensayo son diferentes o contradictorios entre sí; lo que sí es importante, es el lenguaje y la lectura, la confrontación de ideas y la crítica, pero la novela no tiene obligación de nada, la novela tiene que naufragar, ser una soledad ambulante y ya sabremos qué obtendremos de ella.