Carranza, un encuentro con su destino

En 1920 el Plan de Agua Prieta desconocía al coahuilense como presidente de México

Carranza, un encuentro con su destino
Cortesía | Recorrido de su última travesía Carranza, un encuentro con su destino

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A 98 años del magnicidio de Venustiano Carranza, las huellas de su travesía en territorio poblano, donde fue ultimado, siguen latentes en lo que parece un complot iniciado con la firma del Plan de Agua Prieta y la extraña decisión del exmandatario coahuilense de viajar de la Ciudad de México a Veracruz con todo el aparato de gobierno.

En 1920, el Plan de Agua Prieta afirmó que desconocía a Venustiano Carranza como presidente de la República y designaba a Adolfo de la Puerta como jefe supremo del ejército liberal constitucionalista; fue nombrado un presidente provisional que convocaría a elecciones, en lo que fue un acuerdo en el que el coahuilense sólo le quedó aceptar.

Muy pronto, una importante porción del ejército mexicano seguiría a la revuelta, lo que había sido precedido por otros sectores sociales y políticos que hicieron lo mismo en una especie de plebiscito en contra de Carranza; incluso numerosos exiliados apoyaron la rebelión viendo en ella la oportunidad de regresar a México. Poco a poco Carranza fue perdiendo su poder político y militar, las tropas leales se encaminaron a la Ciudad de México.

Las fuerzas de Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón, Pablo González y Adolfo de la Huerta tomaron la capital en cuestión de días y al debilitado presidente no le quedaba más que huir, si no quería ceder el poder o ser tomado prisionero. En este contexto se dio una de las decisiones más extrañas en la historia del país: decidió trasladarse a Veracruz, llevándose el gobierno a cuestas.

En esta aventura se alistó un convoy de 60 trenes, en los que viajarían los empleados del gobierno con sus familias, los archivos gubernamentales y el oro del Tesoro de la nación. Trasladarse a ese estado tenía una lógica política: ya se había refugiado en ese puerto en una ocasión, estableciendo allí su gobierno. Además, buscaba la protección del gobernador, su yerno Cándido Aguilar.

Sus cálculos eran trasladarse para conseguir fortaleza y de esta forma no repetir el destino de exilio que tuvo Porfirio Díaz, ni ser sometido como Francisco I Madero.

"Volveré a la Ciudad de México victorioso o muerto" advirtió el todavía presidente constitucionalista momentos antes de salir con su caravana.

Con algunas variantes en las fechas que postulan, la salida fue aquel 6 de mayo de 1920 (porque otros dicen que fue el día 10) los tres comenzaron de nuevo su avance. El día 11 de mayo ya estaba en el estado de Puebla. El escuadrón de caballería del colegio militar entró en acción, dispersando al enemigo y tomando 400 prisioneros en un enfrentamiento que lo obligó a mantenerse ahí ese día 12 de mayo.

La cronología descrita por Pablo González, el general Francisco L Urquizo, Luis Cabrera (nacido en Zacatlán) y el cronista local, Sergio Ramos González, sobre los hechos que ocurrieron desde la salida de la Ciudad de México hasta su llegada a Tlaxcalantongo, así como otros documentos históricos ubican la travesía del presidente Carranza por esta zona de la Sierra Norte de Puebla desde el 17 de mayo de 1920.

Fue en una madrugada lluviosa en la que antes de amanecer debían partir a Zitlalcuautla; a mediodía ya estaban en Tetela de Ocampo, donde se bañaron. Más tarde salieron por un empinado camino que les llevó a Cuautempan, donde pernoctaron.

Al día siguiente, 18 de mayo, amanecieron en Cuautempan. La orden de Carranza fue la separación en grupos, el Escuadrón de Caballería del Colegio Militar, contra su voluntad, tuvieron que bifurcarse unos hacia el oeste, justo hacia Zacatlán, tomando como ruta Totomoxtla. La otra parte de la comitiva iría hasta Tepango, desde entonces ubicada en el distrito de Zacatlán.

La comitiva presidencial amaneció en Tepango ese 19 de mayo, salieron pasando porAmixtlán y Tlapacoya, donde descansaron las bestias, comieron y siguieron hasta pernoctar en Tlaltepango, distrito de Huauchinango. Toda esa noche llovió y amaneció lloviendo. Tras solamente tomar café, a las 4 horas, partieron subiendo por resbalosas veredas hasta la cumbre de la montaña.

Tomó la bajada y cruzaron el Río Necaxa, llegando a Patla, alrededor del mediodía, donde se detuvieron a comer y se encontraron por primera vez con gente del general Rodolfo Herrero (aparentemente nacido en Zacatlán), quien se mostró servicial con el presidente.

Alrededor del mediodía, llegaron a La Unión, en donde se separa la columna del general Mariel para llegar por Villa Juárez (hoy municipio de Xicotepec) donde exploró la situación. El Presidente y los demás siguieron ahí hasta alrededor de las 17 horas.

Llegaron a San Antonio Tlaxcalantongo ese mismo día en medio de una copiosa lluvia; Herrero es quien señaló el jacal del presidente. El capitán Suárez estableció el servicio de vigilancia. En torno a las 11 de la noche, Herrero, pretextando que su hermano se encontraba herido, salió de ahí dejando el presidente en su jacal.

Alrededor de las tres de la mañana el Jacal Presidencial fue visitado por un soldado de Herrero para "dar parte de novedades", hecho que hoy es señalado por los conspiracionistas como la estrategia para fijar el lugar exacto donde dormía el presidente. Media hora más tarde, un contingente, de 20 o 25 hombres, atacó el jacal.

La autopsia del presidente reveló que en ese asalto se le fracturó una pierna y un segundo impacto ocasionó la muerte inmediata de Venustiano Carranza.