“México, un país rígido en su hospitalidad”
Leticia Calderón Chelius impartió una conferencia en el Museo Amparo como parte del proyecto Forasteros De migrantes, refugiados y exiliados
"La migración es una búsqueda por un lugar mejor, y no necesariamente la condición. La gente no es migrante, migra. Pero deja de ser migrante en el momento en que llega y se establece y busca florecer ahí, donde la vida le permite tener un mejor acomodo", explicó la investigadora Leticia Calderón durante la conferencia titulada La diáspora mexicana y sus desafíos actuales: Retorno forzado y derechos políticos. Leticia Calderón Chelius, doctora en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y maestra en sociología por la Universidad Nacional Autónoma de México, impartió una conferencia en el Museo Amparo como parte del proyecto Forasteros. De migrantes, refugiados y exiliados. La colaboradora en el periódico El Universal con la columna Coyuntura migratoria, explicó que durante mucho tiempo se estudió la migración bajo dos categorías: la migración económica (voluntaria) y la política (forzada). De la primera se dice que la movilidad se da por circunstancias laborales o profesionales y para mejorar la precariedad económica, lo cual tuvo una utilidad en su momento porque la visión era sobre todo económica. La segunda se da por razones de que la persona se ve forzada a pertenecer a otra sociedad. Sin embargo, a partir de los años 90 empieza un estudio que modifica la lógica de la migración, esto es que la migración no es un proceso unilateral ("los que se van"), sino que es flexible y multilocalizada, es decir, "población que va y viene". "Tiene que ver con que se puede ser emigrante, inmigrante, retornado, transmigrante, exiliado, refugiado y puede ser una misma persona, una misma experiencia parte de todo ese universo". La investigadora abordó la problemática diciendo que de las muchas cosas que habría que cambiar en el país son, por ejemplo, empezar a entender el papel que toca a México al ser el país con más alta inmigración del planeta, siendo amistoso, pero profundamente rígido en su hospitalidad. Además de ser México un país de tránsito migratorio, sobre todo en los últimos 30 años; y un país destino de la migración. "No tenemos una hospitalidad de pares, no tenemos una hospitalidad que brinde realmente un acomodo a quienes pasan", comentó. También mencionó que, tema importante, es ver que se comienzan a estudiar los lugares que expulsan a esas sociedades. Así también se incorpora a los estudios el nivel de los afectos, circunstancia tan visible, inherente y que juega un papel importante, pero que no se había tomado en cuenta por pensarse como tema de la psicología, de la fe, de la religión o del arte, siendo que éste debiera responder sólo a factores económicos y políticos. En este sentido, mencionó el llamado Síndrome de Ulises, que es experimentado a través del sentimiento de nostalgia, lógico y natural del proceso migratorio en la persona por estar alejado de lo propio y las cosas cotidianas. Del mismo modo, dijo que habría de entenderse el concepto de nacionalidad y la noción de ciudadanía, el cómo se ha definido lo que es ser miembro y lo que es ser ajeno a una sociedad. La especialista en el tema abundó que la migración cristaliza un debate teórico de hace dos siglos, un debate que tiene que ver con el estado nacional, puesto que las fronteras son "creaciones humanas puestas ahí por sangre, sudor, lagrimas, guerras, convenios y gandallez, acuerdos entre las elites de las naciones que definen quién es de un lado, del otro y quién no puede estar de un lado porque no nació ahí". "Uno es nacional del país donde nació, uno es extranjero si no nació en ese lugar, pero eso es tan absurdo como si siguiéramos discutiendo si los ángeles tuvieran ombligo o no", apuntó. Forasteros. De migrantes, refugiados y exiliados es un proyecto que inició la mencionada institución cultural desde finales del pasado mes de abril y que culminará a finales de este mes. El proyecto tiene como objetivo hablar sobre las causas del fenómeno migratorio, plantea dudas y busca reflexionar sobre una realidad humana que trastoca diversos factores y trastorna la vida cotidiana de los individuos. Leticia Calderón Chelius coordina el grupo sobre xenofobia de la red Integra del Conacyt y es secretaria del patronato de la organización civil Sin Fronteras, asesora del grupo Mexicanos en el exilio. Organiza y difunde la plataforma digital de migrantólogoswww.migrantologos.mx. Leticia Calderón Chelius coordina el grupo sobre xenofobia de la red Integra del Conacyt y es secretaria del patronato de la organización civil Sin Fronteras, asesora del grupo Mexicanos en el exilio. Organiza y difunde la plataforma digital de migrantólogoswww.migrantologos.mx.
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