“Títeres, un lenguaje muy sofisticado”: Converso
Carlos Converso imparte una conferencia sobre el valor de este oficio en el ámbito profesional, en el marco de Estación Verano
En el marco del programa Estación Verano. Cúcara, mácara, títere, tren, el día de ayer el titiritero con más de 35 años en el ramo y fundador y director del grupo teatral Triángulo y La Tarántula en la CdMx y Xalapa, Carlos Converso, ofreció una charla en el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla, en la que compartió su experiencia de trabajo en este arte escénico. La primera de Charla de Café que ofrece el programa corrió a cargo del argentino naturalizado mexicano, quien durante su carrera ha puesto en escena adaptaciones de obras tanto clásicas como contemporáneas y creaciones propias. La plática giró en torno a la experiencia de la primera escuela de titiriteros en México, fundada en Xalapa, Verazcruz-lugar de residencia de Carlos Converso- en el 2004 gracias a una beca, por iniciativa de Converso y un grupo de titiriteros preocupados por llevar el oficio a un nivel profesional, pues no existía una escuela que formara en el arte de los títeres. "Resulta que los títeres se han vuelto un lenguaje muy sofisticado y complejo que puede tener el mismo status artístico que una obra de teatro con actores. Es falso que sea un arte menor, se dice una artesanía, pero en realidad es un arte con todas las letras". El actor, ganador del Premio Rossette Aranda por la Trayectoria en el Teatro de Títeres, narró el proceso de fundación del Centro de Estudios en el Arte de los Títeres (CEAT), destacando que el lenguaje de títeres desde el punto de vista profesional es complicado. Distinguió dos diferentes formas de ejercer el oficio: el títere usado como auxiliar docente, que funciona como acompañamiento pedagógico y cumple una función didáctica muy marcada (como las campañas de salud bucal, alfabetización o farmación histórica que se realizaban y que a la actualidad se practican), lo que no requiere mucha preparación. En este aspecto indicó que los títeres tienen un desempeño muy determinado, pero al estar tan marcado en su objetivo se vuelve esquemático y se empobrece artísticamente. Sin embargo, hay otro modo de acercarse a ellos, que es la manera profesional, y dijo que quien pretende convertirse en un titiritero exigente necesita de una preparación teatral sólida, pues hay elementos específicos de los muñecos que se aprenden sólo a través de la práctica. Por ejemplo, el uso de las manos y el cuerpo o hacer distintos registros vocales. Pero, ¿cómo aprendemos?, se pregunta, si no existía una instancia. De ahí que los titiriteros más veteranos del país abogaban por la creación de una escuela, donde se pudiera formar con lo esencial. También desmitificó el hecho de que los títeres sean sólo para el público infantil, siendo que se puede explotar en el público joven y adulto, aunque el lenguaje cambie y la referencia al contexto social sea distintas. "Los temas centrales del público infante son el mundo que lo rodea, los juegos, los papás, hermanos y el nido familar y escolar, incluso temas sensibles como el divorcio o la ausencia de padres". En el caso del teatro de títeres para adultos también pueden tocarse diversos temas, pero lo que fundamentalmente cambia es el cómo se hace, e indicó que el lenguaje de este arte es el lenguaje de la imaginación. "Estoy convencido que los títeres son el lenguaje por excelencia de la imaginación, un mundo donde uno puede hacer cualquier cosa transgrediendo las leyes naturales; los actores tienen que respetar eso, los títeres no, pueden volar, se quitan la cabeza, hacen cualquier locura. Entonces, esta facultad que tiene le permite jugar de una manera muy amplia y aludir metafóricamente a muchos temas". Carlos Converso ha desarrollado labores de titiritero, actor, dramaturgo y director de teatro especializado en teatro de títeres, durante su carrera ha sido merecedor de premios internacionales como creador de espectáculos dirigidos al público infantil y adulto.
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