“La palabra, principio escénico de Perico”
El domingo se presentó en Karuzo con Payasadas rockeras, donde muestra a los niños que todos tienen una semilla de rockstars
Con 40 años en el escenario, Perico Payaso Loco demuestra a los niños con su show Payasadas Rockeras, que todos tienen dentro una semilla de rockstars, y lo que falta es aventarse y tener seguridad en sí mismo. "Le demuestro a los niños de alguna manera lo difícil o lo fácil que es llegar a ser lo que quieres ser. Yo quisiera ser un rockero famoso en esta historia y aquí les narro por qué es que puedo lograr o no lograr ser famoso y para qué sirve o para qué no sirve", dijo a El Popular, diario imparcial de Puebla la tarde de este domingo previo a su función en el Foro Karuzo. "A mí no me gusta hacer los shows específicamente con un mensaje, me gusta que la gente se divierta. Yo parto del principio que la payasada es para hacer reír, aunque puedas hacer sufrir o podamos hacer enojar. El principio escénico de Perico es la actuación, la palabra, y en este caso la música". A propósito de su participación, confesó a este medio que los tiempos en la actualidad son difíciles, y que desde su experiencia, quienes quieran dedicarse a la profesión necesita de mucha dedicación. "Un chavo que quiera ser un clown tiene que aplicarse muchísimo, o si no se aplica tiene que ser un genio para que alguien lo voltee a ver". Perico el Payaso Loco junto con Elena formaron en 1997 La Perra, una banda de rock progresivo. Como humorista ha producido las obras Los juguetes del veliz, La historia del payaso que corrieron del circo, Horas de payasear, El árbol de los sombreros, El último parisino, Allegro en payasada mayor y Payasadas rockeras, que próximamente tendrá segunda parte. Este show es infantil, pero también tienes espectáculos para adultos, ¿qué tipo de comedia te gusta más interpretar? -Pues no sé ya qué me sienta más cómodo, es un lío contestar eso porque si el show sale como pienso vas a ver que hay humor para adultos. Yo les digo: "No digo peladeces en mis espectáculos infantiles, las hago, y si algún niño las entiende es porque es más pelado que nosotros". A nivel local se ha visto últimamente que hay movimiento por defender el ámbito de la payasería, que de cierto modo está subvaluado, ¿cómo lo percibes? -Los payasos hemos tenido un lugar en el mundo muy afortunado, pero la historia del payaso es muy irregular en todo el mundo. En México estamos como 30 años atrás... La misma actitud de los payasos en los festivales es fuertísima, hay una empatía muy fuerte del público hacia el payaso, pero sí hay un retraso en cuanto a la moda. También está este sector de las personas que ha sido secundario en este ámbito, ¿qué opinas del discurso de género dentro del clown? -Es que es una realidad social que no podemos eludir, el momento en que estamos como en el único, mucha gente ha de creer que estamos en la cúspide, de que se pudiera voltear el papel de la mujer en el mundo. Casi no había payasas, entonces al momento que salen traen un discurso, tiene qué decir y la gente está inquieta por saber qué opinan. Sí creo, y espero, que deben de estar haciendo cosas bien bonitas, que tienen un discurso, que si se puede decir "machín", "embrín". El hombre le ha hecho a la mujer mucho daño, entonces sí hay una cosa fuerte que resolver, nosotros lo manejamos en el escenario. Desde tu perspectiva, ¿qué haría falta para redignificar el ámbito de la payasería, fuera del discurso de género? -Creo que lo que pasó en México fue que el payaso se fue al fondo, y en Europa también. El poder siempre tiene al arte al máximo cuando tiene buen gusto, entonces cuando sacan de las cortes -estamos hablando de la edad media-, empiezan a tronar los feudos, todo mundo se va a la calle, entonces las compañías empiezan a perecer(...). Y en cuando llegan a México, pasa que llegan como parte de la gente te que anda buscando para dónde ir, dónde vivir y cómo sobrevivir, y la suerte es muy irregular. Fue un proceso difícil, van apareciendo otros espectáculos y el payaso no tenía una escuela como en Europa o en otros lados, por eso acaba el payaso en la calle. Yo llevo cuarenta años y cuando empezamos un camarada y yo a payasear era raro, entonces tratamos de hacer otro discurso con el payaso y ahorita ya es parte del resultado. ¿Que diría a quienes incursionan en este género, que mucho de ellos aspiran a ser más que artistas urbanos? -No tiene nada de malo, estamos viviendo un periodo de desarrollo social y económico muy difícil, no me imagino ser joven hoy en día. Les deseo la mejor de las suertes y si trabajas en la calle y encuentras una esquina, no la pierdas. Obviamente la aspiración es que tengan una formación fuerte. O sea, yo estudié sociología, estudié danza, pantomima, soy baterista, bailo... No lo hago profesionalmente pero sí lo hago profesionalmente, lo hago en mi show. Si un chavo que quiera ser un clown tiene que aplicarse muchísimo, o si no se aplica tiene que ser un genio para que alguien lo voltee a ver, cuando tendríamos que estarnos viendo todos sin tener que estar llamando la atención. Entre más cosas sepas más cosas vas a tener qué decir. |