Evoca Valdivia vida de San Juan en Festival de la China de Puebla
La charla se da en el marco de la tercera edición del Festival de la China de Puebla que organiza el Instituto Municipal de Arte y Cultura
"Catharina de San Juan, muy ligada al personaje de la China Poblana, nunca usó un traje de lentejuelas", aseguró Fabián Valdivia Pérez la tarde de este domingo durante una conferencia ofrecida en el Día Municipal de la China Poblana. La charla titulada "Catharina, águila viva, fénix resucite. El túmulo funerario de Catharina de San Juan", se da en el marco de la tercera edición del Festival de la China de Puebla que organiza el Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla y que comenzó el primer día del mes de septiembre. Durante la ponencia, el director de promoción de la Secretaría de Turismo municipal indicó que la historia se la componen en tres momentos: Catharina como el personaje histórico y que fue místico; las "chinas" del siglo XIX que existieron en Ciudad de México, Guadalajara y Puebla; y la China Poblana como identidad Mexicana. El especialista recorrió la vida de Catharina desde su infancia, cuando fue robada por los piratas y vendida como esclava, su traslado a otro continente, pasando por la figura mística y las visiones que tenía, su relación con un sacerdote jesuita, el día de su muerte, su relación con el personaje emblemático de la China Poblana y cómo se inmortalizó en un símbolo nacional. "Su nombre original era Meera y era procedente de la India pero de raza aria, su madre una concubina y una de las muchas esposas del rajá de aquella región, por lo cual sería una princesa", relató Valdivia Pérez. Dijo que lo que se conoce de este personaje es gracias a Alonso Ramos, un sacerdote jesuita que fue confesor de Catharina en la Iglesia de la Compañía, quien se dio a la tarea de recuperar en tres tomos las memorias de las visiones de la mítica mujer. Indicó que son más de 2 mil páginas impresas de la vida de Catharina, siendo esta la biografía más extensa de la época virreinal de la Nueva España. Cabe resaltar el hecho, puesto que Catharina de San Juan era una esclava, una persona "poco valiosa" en ese contexto. El sacerdote jesuita decide escribir la vida de esta mujer puesto que, siendo una persona que nunca aprendió a hablar ni leer bien el español, no podía haber leído tratados teológicos a los que Catharina tenía respuestas, como haber hablado con San Miguel Arcángel. La mujer murió en 1688 en la víspera de los reyes magos a los 82 años de edad, dejó, como buena jesuita, su testamento que decía: "Declaro mis bienes: un niño Jesús pequeñito de talla, y seis cuadritos ordinarios colgados en las paredes de mi cuarto, una cazuela, 2 o 3 libritos devoción, la ropa de mi uso..." Fue enterrada en el altar de la antigua iglesia del Espíritu Santo gracias al padre Ramos, quien quería promover su canonización, pero fue retirado y trasladado a otro sitio de la iglesia durante las restauraciones del templo. La siguiente la insignia de su sepulcro: "A Dios óptimo todo poderoso./Guarda en ese sepulcro/ la vulnerable en Cristo virgen/ Catarina de San Juan/ la cual el mogor dio al mundo y la Puebla de los Ángeles al cielo/después que/ por el cúmulo de sus virtudes/ fue amada principalmente de Dios y de los hombres/ ilustre por real alcurnia fue humilde y pobre en la esclavitud/ vivió 82 años/ la aclamación del clero y el pueblo fue grande en su muerte/ acaecida la víspera de los santos reyes del año 1688". |