Juan José Arreola, el rostro verbal del siglo XX

Poseedor de una "ilimitada imaginación, regida por una lúcida inteligencia", así fue como el autor de El Aleph, Jorge Luis Borges, definió al tapatío Juan José Arreola. El año 1918, nació una de las plumas fundamentales de nuestra literatura. La década de los 20 del siglo pasado, probablemente haya visto nacer a una generación literaria que ha confirmado su existencia en las letras mexicanas, nombres como Juan Rulfo, José Revueltas, Efraín Huerta, Alí Chumacero y Octavio Paz, pertenecen a esos años que podríamos llamar como el despunte de la Modernidad, donde Arreola se erige como una de las voces más sólidas de la narrativa; es, al lado del autor de Pedro Páramo, el rostro verbal del siglo XX.

Fue en el año de 1949 cuando arribó la primera obra de Arreola, Varia invención, texto de singular manufactura pero que, desde ese momento, apuntaba a lo que el autor publicaría más adelante, me refiero a los recursos narrativos como la hibridación de géneros, la intertextualidad (relación con otros textos), y la intratextualidad (relación con textos del mismo Arreola), estos mecanismos narrativos podemos verlos desde la primera de sus obras hasta Bestiario (1972), donde el autor dejó entrever y compartió pequeñas obras maestras. Cultivó todos los géneros literarios desde el diario, pasando por biografías ficticias, entrevistas, ensayos teológicos y científicos, cartas, cuento, novela, teatro, hizo, incluso, anuncios publicitarios y recetas.

Nació en Zapotlán el grande, Jalisco; fue autodidacta, no terminó la primaria, hizo de todo desde mozo de cuerda en el mercado de Guadalajara hasta profesor de Historia y Literatura en Ciudad Guzmán. Fue un aficionado del teatro, así que estudio con Rodolfo Usigli y Xavier Villaurrutia. En la década de los años 30, un viaje a París le revela un gusto por la actuación. A su regreso de Francia, comenzó a trabajar en el Fondo de Cultura Económica corrector de pruebas; fundó en 1945 la revista Pan, junto a otro grande, Antonio Alatorre, donde aparecieron los primeros cuentos del autor de Confabulario; el segundo número, 2 de julio de 1945, Juan Rulfo publica su cuento Nos han dado la tierra, el cual impulsó el reconocimiento de Rulfo en el campo de las letras mexicanas. El Colegio de México le dio una beca que le permitió terminar y publicar su primer libro Varia invención.

Dirigió durante algún tiempo Los presentes (1954-1956), se inició como editor de plaquettes en 1950. La colección fue un homenaje al notable editor decimonónico don Ignacio Cumplido y sus célebres "Presentes Amistosos". Arreola y sus compañeros, con recursos modestos, no aspiraban a editar obras suntuosas; su objetivo consistía en publicar obras breves escritas por los amigos. En 1963, publicó su única novela La feria, fue, además, un excelente ajedrecista. Dicha colección editó 50 títulos en menos de dos años, entre los que se destacan Final de juego de Julio Cortázar, Práctica de vuelo, de Carlos Pellicer Lilus Kikus de Elena Poniatowska.

Los Números

1949 Varia invención (Cuentos)

1952 Confabulario (Cuentos)

1963 La feria (Novela)

1971 Palindroma (Cuentos)

1972 Bestiario (Cuentos)

1973 La palabra educación (Ensayo)

1975 Y ahora la mujer (Ensayo)

1976 Inventario (Ensayo)