Expone Lafragua marcas de fuego de libros coloniales

Con un trabajo conjunto por parte de las bibliotecas Palafoxiana, Franciscana y Lafragua, adscritas al estado, la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) y la Universidad Autónoma de Puebla (UAP), respectivamente, abrieron de manera simultánea el 1 de octubre, en cada uno de los recintos, la exposición Improntas al Fuego: Tras la Huella de Procedencias Coloniales.

La apertura estuvo enmarcada por dos ponencias, además de las exposiciones pertenecientes al ciclo en las tres sedes de la ciudad.

El proyecto que comenzó en 2006, bajo iniciativa de Mercedes Isabel Salomón Salazar, actual directora de la Biblioteca Histórica José María Lafragua, con un catálogo que sólo abarcaba las marcas de esta biblioteca, ahora cuenta con la participación de más de 19 instituciones nacionales e internacionales, anticuarios y coleccionistas particulares que también colaboran a las investigaciones.

Según información del Catálogo Colectivo de Marcas de Fuego, consultado en línea, éste es un esfuerzo de colaboración interinstitucional que cataloga las señales carbonizadas colocadas principalmente en los cantos de los libros mediante un instrumento metálico candente que se realizaba para identificar a las instituciones y particulares poseedores de ciertas colecciones bibliográficas. La práctica antigua solía realizarse durante el periodo colonial en México, principalmente. La evidencia indica que su uso se inició hacia la segunda mitad del siglo XVI y perduró hasta las primeras décadas del siglo XIX. Dicha praxis encontró acogida en las bibliotecas conventuales y en instituciones religiosas dependientes del clero secular. Aisladamente se tiene registro de algunas bibliotecas de particulares que ostentan su propia la marca.

Salomón Salazar informó a El Popular, diario imparcial de Puebla, que fue en 2010 cuando se dio la oportunidad de que otras instituciones se sumaran a la labor, con un encuentro de bibliotecas con fondos antiguos en San Luis Potosí. Para ese entonces se comenzó el catálogo con 120 marcas, representativas del área de Puebla, luego se sumaron otras instituciones nacionales e internacionales, con lo que se cuenta ya con el registro de casi 550 improntas.