Hugo Vega: La vejez no es sinónimo de enfermar

El especialista en psiquiatría indicó que a la fecha siguen existiendo estereotipos alrededor de la senectud

Hugo Vega: La vejez no es sinónimo de enfermar
Magdiel OLDANO | Una anciana en el espejo refleja temas estigmatizados Hugo Vega: La vejez no es sinónimo de enfermar

A pesar de que existen muchos mitos sobre la senectud, el médico Hugo Vega Hernández considera que la vejez no es una circunstancia en la vida de declive, al contrario, sólo que se desconocen a profundidad las situaciones por las que pasa un adulto mayor.

"El entendimiento que se le tiene al anciano es difícil, porque estamos acostumbrados a estigmatizar al paciente anciano aunque no tenga ninguna enfermedad, pensamos que ya está 'chocheando'".

El miércoles 26 de septiembre se realizó en la Biblioteca Fray Toribio de Benavente la presentación del libro Una anciana en el espejo, relatos de psicogeriatría de Hugo Vega Hernández, el autor aseguró que, frente a los pocos textos que existen para entender las cuestiones del envejecimiento en psiquiatría, se dio a la tarea de escribir este texto a partir de las vivencias naturales de los pacientes que involucra dos temas estigmatizados por las sociedades como lo es la psiquiatría y el envejecimiento.

En entrevista con El popular, diario imparcial de Puebla, el médico especialista en psiquiatría indicó que a la fecha siguen existiendo estereotipos y conceptos erróneos alrededor de la senectud, cosas como independencia, intimidad, autonomía, privacidad o solvencia económica, lo que han influido de manera negativa en la forma de apreciar el proceso; sin embargo, la vejez no es sinónimo de enfermar, sufrir discapacidad física o mental, o sinónimo de ser inútil.

Debido a sus estudios y experiencia médica, Vega Hernández colaboró en el primer libro de psicogeriatría en México.

Es un texto muy digerible, teórico pero también incluye un discurso narrativo, ¿cómo lo conjugas?

-Hay dos temas que están muy estigmatizados: la psiquiatría y el envejecimiento. Entonces, a partir de las vivencias de casa es como se redacta está idea. Muchas veces tenemos en el hogar a un paciente y ya estamos hartos, pero sobre todo por no entender que es un proceso patológico, y al leerlo de una manera sencilla, más natural, se quitan tecnicismos que pudieran estar haciendo pesado el texto de salud mental. Es para sensibilizar a la gente en general pero también para sensibilizar a todos aquellos que están atendiendo a un anciano.

Independiente de la edad, ¿a qué se debe que alguien se sienta alejado o cercano a la vejez?

-Depende de muchos factores tanto biológicos como sociales, psicológicos y de la percepción propia de lo que es el envejecimiento. Hay gente que se siente vieja sólo por el hecho de ver que le están saliendo canas, de sentir que está enferma de algo, o que se le está yendo la fuerza.

Está el caso de una anciana que a sus 90 años no se había sentido vieja... En ese momento se reconoció socialmente como anciana; lo era de manera biológica pero de manera psicológica no se había sentido vieja. Tenemos la idea de que el anciano es lento, está cansado, ya no puede hacer cosas y ella no tenía eso en su concepto personal; sin embargo, eso no le limitó a mejor y a tener nuevamente la vida que tenía antes de entrar en el proceso depresivo.

Estados anímicos como la depresión o la tristeza, el insomnio e incluso la demencia se pueden presentar en cualquier etapa, pero ¿por qué se piensa que en la vejez son "normales"?

-Desafortunadamente el concepto del anciano ha ido cambiando, antes se pensaba como una persona sabia a la que se le tenía mucho respeto, ahora los estamos dejando de lado. Muchos piensan que estos síntomas son propios del periodo de la vejez, pero no es cierto, hay factores que influyen como los psicológicos y biológicos. Estamos acostumbrados a que la abuelita siempre llora, el abuelito es enojón, nada le parece, está triste y se aísla. Sí, es importante identificar de dónde viene porque obviamente una persona que, por ejemplo, sufre diabetes melitus, en algún momento se va a sentir triste. Los cambios biológicos pueden generar trastornos psiquiátricos, pero también los cambios psicológicos.

¿Cómo desmitificar situaciones en cuanto al anciano?

-Esa es la parte fuerte del libro, entender qué es normal, qué no es normal y por qué no lo es.

Esta anciana en el espejo, 92 años, teniendo relaciones sexuales unos meses antes con su pareja, pues qué bendición. Y también que vean eso, que hay otras situaciones que a veces nosotros pensamos que son malas y no lo son.

El libro también cuenta la historia de la octogenaria feliz, que empezó a escribir a los 83 años, cuando la conocí a los 87 ya iba por el tercero. Considero que la vida es una evolución constante; antes decían llegas a un momento culmen de tu vida y luego vas para abajo, para mí todo el tiempo vas para arriba y en el momento que dejas de ir para arriba es porque llega la muerte, y así tenemos que verlo todos.

Participaste en el primer libro de psicogeriatría en México, ¿qué tan desarrollado está este campo en México?

-En los últimos 10 o 15 años se está haciendo mucho énfasis en el estudio del envejecimiento y también estudio epidemiológico de lo que está pasando por nuestros ancianos, cada vez son más y nos enfrentamos a problemas un tanto más fuertes en cuestión de que la gente es más vieja, la gente que envejece tiene más probabilidad de una enfermedad y se están haciendo muchos esfuerzos en dar una mejor atención. Ese libro es el primero de psicogeriatría en México porque la psicogeriatría, a pesar de que en otros países lleva 50 años de estudio, en México tiene menos tiempo y hay poca cantidad de psiquiatras del adulto mayor, porque la psiquiatría está estigmatizada y el envejecimiento también. Afortunadamente ya hay mayor cantidad de gediatras que están tratando de mejorar la calidad de vida.

Una persona común, sin estudios en geriatría, ¿cómo debiera enfrentarse a la situación de familiares conocidos seniles?

-Primero hay que identificar cuál es el origen de la situación, porque no es lo mismo tener una depresión leve a tener un problema de deterioro cognitivo que ya podría ser una demencia, pues el impacto en la persona y en la familia es distinto. Aquí lo importante es que se sepa de dónde viene cada sintomatología pero también cuál es y cómo ha afectado en cómo es (la persona) ahora y cómo era antes.

Hay ancianos que llevan 20 años llorando, ¿por qué están llorando y por qué no pueden dejar de hacerlo?, ¿por qué están durmiendo mal y por qué no pueden dormir bien? Ahí entra que nosotros como familiares digamos: "Esto estar pasando, ¿es bueno o malo? ". Hay que informarse.