Juan Tovar, un rigor con onda

Escritor que perteneció a la Literatura de la Onda, se le considera uno de los autores destacados de la literatura contemporánea mexicana

En un artículo de 1971, la escritora Margo Glantz utilizó por vez primera el término Literatura de la onda, para referirse a un grupo de escritores que comenzaba a colocar sus obras en las estanterías de las librerías, en ese momento La muchacha en el balcón o la presencia del coronel retirado, del poblano Juan Tovar recién había visto la luz, publicada por Joaquín Mortiz en la Serie el volador, colección que catapultó a otras plumas mexicanas. Por esos años, también apareció Un cadáver lleno de mundo del autor de Pasto verde, Parménides García Saldaña. Es útil señalar que, anteriormente, entre 1965 y 1966 ya habían sido publicadas dos novelas fundacionales de esta generación de jóvenes: De perfil, de José Agustín y Gazapo de Gustavo Sainz.

Juan Tovar, uno de los escritores que perteneció a esta generación literaria en México, nació el 23 de octubre del año 1941, es considerado uno de los autores destacados de la literatura contemporánea mexicana, ha incursionado en la dramaturgia, el cuento, la novela, el ensayo, la traducción, el periodismo, y guion cinematográfico. En el mes de julio, le fue entregada la Medalla Bellas Artes, merecido reconocimiento al autor poblano.

Publicó en 1967 su obra El mar bajo la tierra, en la histórica Serie del Volador de la editorial Joaquín Mortiz, donde los primeros trabajos José Agustín y Gustavo Sainz. Tovar tenía 26 años aunado a una madurez sorprendente, que agudiza en la comprensión de la mala fe, la hipocresía y el cinismo, el amor propio herido, el temor al qué dirán, la autoridad inapelable del macho, la sumisión fatal de las mujeres.

De acuerdo con Enciclopedia de la Literatura en México, el poblano fue alumno de Juan José Arreola, de Emilio Carballido y Luisa Josefina Hernández, estudió Teoría y Composición Dramática, se ha desempeñado como profesor de teoría dramática en la Escuela de Arte Teatral (EAT) del INBA y en el Centro Universitario de Teatro (CUT) de la UNAM; de guion cinematográfico en el Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños, Cuba, y en el Foro de la Rivera.

Fue miembro del grupo Teatro Universitario fundado y dirigido por Ignacio Ibarra Mazari, en Puebla.

Durante sus años de formación, el autor estudiaba Química en la Universidad de Puebla, en una entrevista aparecida en el diario Excélsior, Juan Tovar recuerda la importancia que tenía el contexto social de aquel momento: "Yo soy de Puebla, pero no de una típica familia poblana. Mi padre era un come curas. Nos educamos en el Colegio Alemán y no había mucho campo para la religión. Después entre a la Universidad de Puebla en su época más rojilla, me acuerdo que todo mundo en el laboratorio de química dejaba por ahí los experimentos para escuchar en la radio las noticias de avances de la guerrilla cubana (...)".

Como dramaturgo, ha realizado diversas versiones teatrales como La marquesa de Sade (de Yukio Mishima, 1988), Aura (1989), La hija de Rapaccini y Los encuentros (basada en la obra de Juan Rulfo, 1992). Se han puesto en escena sus obras: Las adoraciones (1983), Manga de clavo (1985), Manuscrito encontrado en Zaragoza (1985), El monje (1988), Cura de locura (1992) y Las adoraciones (segunda versión, 1993).

Ha colaborado en Casa de las Américas, Diorama de la Cultura, El Cuento, El Día, El Heraldo de México, Ovaciones, Revista de Bellas Artes, Revista Universidad de México, y Siempre!.

La obra de Tovar es exigente en cuanto a su rigor y en cuanto a la inteligencia del lector, no tiene el atractivo de la moda, es, en este sentido, trabaja desde el silencio de los reflectores.

Premios y distinciones

Premio de Cuento injuve 1966 por La plaza y otros cuentos.

Premio de Cuento de La Palabra y El Hombre 1966 por Los misterios del reino.

Premio de Novela, I Concurso de la Juventud SEP 1970 por La muchacha en el balcón o la presencia del coronel retirado.

Premio Alfonso x de Traducción Literaria 1984 por El contrapaso, de Thomas Middleton y William Rowley.

Ganador del Ariel 1987 por Crónica de la familia.

Premio Nacional de Dramaturgia Juan Ruiz de Alarcón 2007.

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