Realizan ceremonia de Tlaxochimaco

Este 2 de noviembre el folclore y la tradición de Día de Muertos pudo vivirse con emoción en el Centro Histórico de Puebla, pues ya desde temprana hora, las principales calles de la ciudad se vieron concurridas por paseantes que visitaron las ofrendas colocadas en la zona de Los Sapos o el Zócalo.

Fue el grupo de danza prehispánica Hueymikailhuitl quien se encargó de dar vida a la festividad y traer al presente los rituales de las culturas originarias de Tenochtitlán, recordando el misticismo y religiosidad de los antepasados.

Como parte del XI Festival La Muerte es un Sueño, varios grupos de danzantes tanto de la capital como del Pueblo Mágico de San Andrés Cholula se reunieron para hacer un trabajo colectivo en la ceremonia de Tlaxochimaco (ofrenda de las flores), una gran fiesta de muertos que antiguamente se realizaba durante las festividades del equinoccio de otoño, que a la actualidad fue transportada a la fiesta de Todos Santos, el 1 y 2 de noviembre.

La intención de mostrar la tradición originaria es dar a conocer cómo se realizaban los ritos, desde velar el fuego, encender Copal que representa las memorias que antecedieron, colocar la flor de cempasúchil, tocar instrumentos de carácter prehispánico, colocar granos de maíz y semillas de amaranto o jitomate, y la representación de Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl, el señor y la señora del reposo, a través de cráneos, así lo confirmó a El Popular, diario imparcial de Puebla, Xilonnen Adriana Cortés, miembro del colectivo.

"Toda nuestra cultura es esplendorosa, es grandiosa y hoy es muy emocionante para nosotros los calpullis de Puebla. Tenemos la frase 'unión, conformidad y conquista': nos unimos para hacer un trabajo, conformamos y estructuramos un hecho con la danza, y conquistamos los corazones de todos los que están a nuestros alrededores".

Agregó que, aunque rescatan la cosmovisión mexica, ven favorables las costumbres actuales y el sincretismo generado tras la conquista, pues dijo "nosotros no queremos regresar al pasado, queremos recuperar lo importante de nuestro pasado".

"Ya somos un mestizaje y nos damos cuenta que en este altar, independiente del sincretismo, hay valores fundamentales de nuestra cultura mexicana o azteca".

Fue así como con danzas y trajes típicos de cerca de 80 danzantes hicieron invocaciones a las ánimas de los cuatro rumbos del universo y representaciones de las regiones de la muerte a las que se dirigían los muertos según como hubieran fallecido.

Por último, Xilonnen mencionó que siempre han recibido la admiración y aprecio de la gente por mantener la tradición, por lo que continúan con ella buscando sembrar la semilla de la curiosidad por el conocimiento de la cultura.

"Esta es una manera de convocarlos a que se integren a nuestro trabajo que tiene siempre un principio filosófico, que es la unión a través del amor, a través del trabajo colectivo y a través de un sentimiento estimativo por nuestra madre tierra y por nuestra cultura".