Pide que no se normalice la violencia

La escritora Jill Begovich habla de su novela Sabras que fue la vida

"Yo creo que se escribe no porque se quiera escribir, se escribe porque se necesita escribir" menciona Jill Begovich, para quien la penosa situación actual de la violencia a la mujeres es un tema para visibilizar y no normalizar.

Por ello es que en la novela Sabrás que fue la vida, recién editada por Editorial Planeta, narra la historia de tres mujeres que a pesar de estar marcadas por diferencias culturales, se enfrentan a problemas similares, hablando de situaciones como la pérdida, la muerte, el luto, las adicciones o las enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad.

En la novela la autora describe la vida de tres habitantes de la inmensa capital mexicana que, en teoría, no tendrían nada en común, pero a quienes el destino les teje una red que las enlaza mezclando sus historias: "A estas mujeres las une lo que no dicen, y lo que no dicen las destruye", aseguró Begovich en entrevista telefónica con El Popular, diario imparcial de Puebla.

Luci, quien pierde a su madre cuando era niña y queda con una serie de máscaras en las que oculta su tristeza y el dolor de una pérdida que no supo procesar; Sara encontró en el amor la manera de huir de una realidad de la que quería escapar, sin darse cuenta de que llegar a una jaula de oro podría sumirla en un mundo de adicciones que esconde detrás de una imagen de perfección; y Flor, una indígena otomí que resume en su vida la historia de las comunidades marginadas y el peso de ser mujer en una sociedad machista, llena de prejuicios, discriminación y clasismo, y a la que la ignorancia y buen corazón no la salvan de caer en las garras de uno de los principales cárteles criminales.

"Estás mujeres sufren de lo mismo, de la pérdida de identidad, de adicciones que están en sus personas o alrededor de ellas que la terminan afectando".

Frente a este panorama, Jill, quien ha sido conferencista en foros nacionales e internacionales, mencionó que es lamentable la situación que se vive en el país sobre la normalización de cualquier tipo de violencia, incluso la relacionada con el crimen organizado; en cuestiones de género se han normalizado actos transgresores como un jalón de mano, publicaciones en redes sociales, que son la semilla que termina hasta su punto máximo que es el feminicidio, a la actualidad con mayor presencia en la zona centro del país como CdMx, Estado de México y Puebla. Sin embargo, apuntó que, aunque parezca estéril, sí ha habido un cambio por generar una nueva inercia, por ejemplo el reciente movimiento #MeToo, surgido en Twitter que tuvo gran eco con el que mujeres de todos los estratos sociales denuncian la agresión y el acoso sexual.

"Sin duda alguna estas mujeres se han empoderado a través de la palabra, y hay quienes dicen que han abusado de la palabra. Yo creo que lo más importante en temas de minorías y de incumplimiento a los derechos humanos es poner el dedo en el renglón y visibilizarlo, eso es un gran comienzo que se puede tomar como una señal positiva".

Y el modo en que la también productora y conductora de programas de noticias para la televisión lo visibiliza es a través de su prosa, por ello que mencione que se escriba porque se necesita escribir:

"Es un impulso que no se puede detener y eso precisamente porque a través de la escritura, es como una especie de terapia para el escritor. Encuentra el modo de sanarse a través de sus personajes, de buscar una empatía con ellos y de verlos como conejillos de indias para vivir situaciones que parecen lejanas pero están cercanas al autor y curarse en salud".

Dijo que con Sabrás que fue la vida busca visualizar este gran problema que es normalizar la violencia de cualquier tipo, y que en algún momento si alguien está en situaciones similares y se encuentra con la lectura, le sirva como "una señal o un empujón para tomar decisiones y encontrar una mejor vida":

"Tengo un deseo a partir de esta novela, y sería que se empoderen todas estas mujeres a través de la palabra, que hablemos de esas cosas que son tabú todavía como las enfermedades mentales, las adicciones, la violencia de cualquier tipo y las relaciones tóxicas. Ese es un buen comienzo para hacer un cambio: hablar de esos temas que no queremos hablar".

Adelantó que muy probablemente en su próximo texto también se centre en alguna novela con personajes femeninos porque es infinita la cantidad de emociones y alimento que da para escribir el ser mujer.

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