Preguntas y mentes brillantes iluminan la Ciudad de las Ideas

Así se vivió el último día del congreso que reunió a 70 conferencistas de todo el mundo

Preguntas y mentes brillantes iluminan la Ciudad de las Ideas
Karen ROJAS | Mentes brillantes discutieron sobre los límites de la intolerancia.   Preguntas y mentes brillantes iluminan la Ciudad de las Ideas

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Último día de la semana y último día de la XI edición del Festival Internacional de Mentes Brillantes Ciudad de las Ideas, congreso que ha conjuntado a más de 70 conferencistas, científicos, humanistas y líderes de opinión, a fin de promover la revolución y transformación de las ideas.

Cerca de las diez de la mañana y abogados, sociólogos y periodistas internacionales se reúnen en el escenario frente a cerca de 5 mil espectadores. Sentados en una sala a media luna, Nadin Strossen, Frank Furedi, Brenda O'Neil, Zachary Wood, Ariel Gelblung, Axel Kaiser, Sergio Sarmiento y Miguel Carbonell, tras un caluroso recibimiento y presentación por parte de Andrés Roemer, curador del festival, debaten sobre la intolerancia bajo la pregunta detonante "¿debería la intolerancia ser tolerada?" Durante un largo discurso los especialistas hablan en torno a los grupos minoritarios, radicales y cómo la segmentación de ideas se enfrenta en las sociedades modernas.

 

 

Fue el abogado Ariel Gelbung quién interactuó con el público y los hizo reflexionar acerca de la problemática social, por su parte Frank Furedi poniendo de ejemplo a una anécdota personal comenta cómo la gente habla de tolerancia y sin embargo busca medios para no serlo. Relata que enfrentarse a situaciones graves como el racismo, la opresión o el odio tocaron su vida, hechos que le hicieron reconocer la importancia de la tolerancia y la libertad, resaltando la frase "siempre expresa lo que piensas".

El cuestionamiento ¿quién decide qué es lo que no se debe tolerar? y la idea de que se requiere humildad para aceptar otros discursos, concluyen en esta primera ronda de trabajo.

Las luces se tornan de otro color, el escenario se adapta y el ambiente cambia. Es hora de una intervención artística. Con un gesto amable y un porte serio, el violinista mexicano Otto se encargó resonar la sala que recién había sido testigo de una intensa mesa de discusión. Música de diversos géneros como pop, electrónico, acústico e incluso rock fueron intervenidas por el violín eléctrico del joven intérprete.

Pasando el medio día, Marc Lapadula, César Hidalgo, Norah Atkinson y Moshe Safdie se encargaron de retomar el tono serio del evento, abordando temáticas como la mediación de la difusión global del conocimiento, el arte incendiario y la arquitectura en la era de la inteligencia artificial.

A las cinco de la tarde, comenzó un tiempo para la merienda, ambiente perfecto en el que los asistentes, merodeando por los pasillos y entre las figuras decorativas en tonos cálidos que evocan unas llamas, mismas que han surgido de las burning questions, intercambien opiniones. A lo lejos el murmullo de aquellos viajantes de otros países que se han dado cita en la Angelópolis, hombre y mujeres que comparten un mismo espacio y crean un diálogo multilingüe que se torna en un ambiente completamente multicultural.

Primera, segunda y la tercera llamada sale del altoparlante, voz que, ya bien entrada la tarde, busca regresar a sus asientos a la gente. De a poco los lugares del auditorio se van ocupando, y la expectativa para el siguiente evento crece. Las luces se apagan. Un grupo de jóvenes se ve colocarse a lo largo por la rampa que conecta al escenario, uniformados a camisa azul y con una veladora encendida sostenida en sus manos, comienza a cantar. Es la Orquesta Sinfónica y el Coro Esperanza Azteca, quienes han participado desde 2008 en este evento cultural y que por si talento se ganan los aplausos de la audiencia.