Presentan La historia de mi familia: Trabajamos con pequeñas células

Rodrigo Ramos presentó este material; libro desarrollado para que las familias puedan empezar a contar su historia

"El sentido de pertenencia dentro de un núcleo familiar es fundamental para la reconstrucción del tejido social, para aportar a la rejerarquización de los valores y sobre todo a la consolidación de lo individual, lo que incidiría de manera positiva en la sociedad", afirma Carlos Rodrigo Lucio Ramos, autor del libro La historia de mi familia.

Recientemente, Rodrigo Ramos presentó este material en la Casa de Cultura "Pedro Ángel Palou Pérez", un libro desarrollado para que las familias puedan empezar a contar su propia historia de manera que, a largo plazo, las nuevas generaciones se sientan parte de, pues la pérdida del sentido de pertenencia arrastra consigo problemas como la dispersión familiar, derivado de ello la pérdida de valores y el acercamiento de la juventud a grupos delictivos.

En charla con El Popular, diario imparcial de Puebla, el autor relató que luego de haber trabajado por diez años en diversas instituciones a lo largo de la República Mexicana, pudo notar que en el país existe una deficiencia importante en el trabajo al interior de las casas debido a la falsa idea de que la escuela es la que se encarga de educar, por lo que habría que regresar a los padres la capacidad formativa que se le quitó.

"Se les exige mucho a los papás y a las mamá que eduquen muy bien a sus hijos, pero tampoco hay muchas herramientas que les demos como para saber cómo hacerlo".

En ese quehacer, mencionó que existen manuales que funcionan como guías para las familias, sin embargo, son textos cansados a los que la gente no se acerca. Por ello, adaptándose a las nuevas formas en que se aprende, este libro ofrece a través de ejercicios sencillos, de manera lúdica y práctica, una forma de recrear vivencias y a partir de esa experiencia, construir.

"Ese es el aporte más importante, porque los chavos no leen tanto pero tampoco los adultos leen tanto; tenemos que buscar la forma de adaptarnos a las necesidades que tienen los jóvenes y adultos, tiene que ser algo práctico, ligero, que lo digieran y lo apliquen inmediatamente".

A decir del autor, la reconstrucción del tejido social comienza trabajando de manera individual: "Tienes que trabajar con las pequeñas células, y éstas cuando aprendan a respetar entre ellas y comprendan las familias que las diferencias hacen más que menos, y empecemos a darle más solidez a las familias, como las células, van a empezar a construir tejidos, y los tejidos órganos, y los órganos sistemas; pero no va a funcionar si queremos primero tejer cuando las células están quebradas, no va a funcionar".

 

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