Casa de Cultura sigue amenazada

Esta acción fue criticada por alumnos y maestros de las escuelas asentadas en el interior del inmueble, además de mucha gente del pueblo

Casa de Cultura sigue amenazada
Carlos CASTELAN | Los hechos ocurrieron la noche del 12 de diciembre. Casa de Cultura sigue amenazada

HUAUCHINANGO - Tras la amenaza permanente de "recuperar" de manera ilegal la Casa de Cultura de Huauchinango, el cura Gustavo Corona inició un nuevo intento para ingresar al lugar y no salir de allí.

Los hechos, que no quedaron más que en un amago, sucedieron la noche del 12 de diciembre, día venerado por los creyentes a la Virgen de Guadalupe, en un plan calculado y trazado por la curía que habría buscado aprovechar el fervor guadalupano para movilizar a su gente y tomar el edificio.

Una situación similar a la que en el mes de junio pasado, propició el cura cuando encabezó a un grupo de católicos, quienes usaron al patrono del pueblo, El Señor del Santo Entierro, como ariete para abrir el portón principal, pero que en esta ocasión fue bien atrincherado por personal de la Casa de Cultura, trabajadores, cronistas, artistas, curadores.

La toma del inmueble

El 24 de junio pasado, como lo dimos a conocer en su oportunidad, debido al festejo del Día de San Juan, en la misa dominical del mediodía, los asistentes que llegaban a esta celebración religiosa, observaron al Cura Corona quien, en lugar de iniciar el servicio religioso, levantó sus bártulos, cargó con su equipo y su misal e instó a la gente a "oficiar la Santa Misa en el patio del Huerto", como tal llama al predio donde se encuentra la Casa de Cultura.

Así, unos armados con candelabros, cirios y veladoras, efigies de santos, vírgenes y sahumerios además de pancartas que portaban los católicos a la cabeza del grupo, cargaban en hombros la urna que contiene al santo venerado por los huauchinaguenses, El Señor del Santo Entierro y así, todos se encaminaron hacia el lugar mencionado.

De acuerdo con las crónicas de esa fecha, sujetos no identificados irrumpieron por la parte trasera del edificio, que linda con la Parroquia, y entraron para abrir a la viva fuerza la puerta principal por donde ingresó el grupo. Así llegaron al patio en donde armaron un improvisado altar y el cura Corona comenzó a oficiar la Misa, violando en todo a lo establecido por la Ley.

Cura encara la crítica ciudadana

Esta acción fue criticada por alumnos y maestros de las escuelas asentadas en el interior del inmueble, además de mucha gente del pueblo, incluso por católicos moderados quienes aparte de condenar la invasión condenaron que dejara sin trabajo a las personas que allí laboran y sin clases a quienes acuden a tomarlas.

El cura también cerró la Biblioteca "Sandalio Mejía Castelán" que resguarda el acervo cultural de Huauchinango.

Sin embargo, la alcaldía encabezada por el presidente Gabriel Alvarado, demostró con documentos emitidos por el Gobierno Federal, estatal y municipal el destino del inmueble desde hace más de siglo y medio como un recinto del saber, autorizado como escuela desde entonces y que se encuentra escriturado al Ayuntamiento.

Situación con la que no concuerda la idea medieval del Cura Corona quien esgrime un documento fechado en el año 1544 en el que esa zona fue proyectada para la construcción del Convento de los Agustinos y que ocupa la actual Parroquia de La Asunción, sin embargo, Siglos más tarde, en 1857, con la llegada de don Benito Juárez y las Leyes de Reforma, el lugar fue destinado para ser escuela.

Es desde entonces, 1857, sitio de la Escuela Primaria, posteriormente fue Escuela Secundaria y luego Escuela Preparatoria, todos estos institutos con el nombre del Benemérito "Benito Juárez". En todas esas etapas y durante más de 150 años, el inmueble sirvió para albergar y capacitar a cientos de generaciones de estudiantes huauchinanguenses y de la región serrana que estudiaron allí y el cura se ampara en un documento de hace prácticamente 500 años, de los tiempos de la Invasión Española a México.

"No entregaron los documentos de propiedad" Vargas

En un movimiento calculado, aprovechado por personas afines a la curía, junto con el párroco Gustavo Corona y el cura Juan Aguilar Vázquez del Obispado de Tulancingo, pretendieron sorprender a los funcionarios del Estado, encabezados por el subsecretario Luis Carlos Migliavaca quienes, incluso habían preparado una Acta Circunstanciada para la entrega recepción que, sin embargo, no fue firmada.

Esta nueva conspiración estaba basada en la falta de documentos que amparan la propiedad del inmueble desde el año 1857 y escriturado a la Comuna desde el año 1917.

El alcalde Gustavo Vargas dijo que la anterior administración "no entregó de manera oficial estos documentos y lo hicieron posteriormente de manera extraoficial, con el fin de plantar una bomba para la actual administración".

Al respecto, se cuestionó al entonces secretario del Ayuntamiento 2014-2018, Odilón Gutiérrez sobre esta irregularidad para conferir de manera oportuna la documentación en la entrega-recepción y señaló que toda esa documentación debió haber sido entregada por el síndico Municipal, ya que es un tema que estaba a su cargo y responsabilidad y que si hubo esa omisión no es atribuible a la administración de Gabriel Alvarado sino que es responsabilidad del Síndico.

Es útil señalar que el síndico Juan Carlos Zaragoza era quien fungía en ese cargo, hoy se desempeña como asesor principal de Gustavo Vargas, lo que para algunos es incongruente y mandó una sombra de duda sobre este tipo de conflictos que podrían ser por artificiales una verdadera conspiración.