Cierran la última Noche de Museos de 2018

Diez espacios culturales abrieron sus puertas hasta la noche para exhibir su acervo artístico e histórico

Nacionales y extranjeros se acercaron este fin de semana a diez espacios culturales del Centro Histórico de Puebla que participaron en la última Noche de Museos de 2018 que organiza la Secretaría de Turismo.

A fin de promocionar el acervo museístico, La Casa de los Muñecos, la Casa del Mendrugo, la Galería de Los Sapos, el Museo del Tec, Museos del Automóvil, Museo de Historia Scouts, la Rueda de Puebla y el Museo Amparo abrieron sus puertas de manera gratuita al público el viernes 28 de diciembre como parte de las últimas actividades del 2018.

Extraordinarios cuadros a pequeña escala del poblano Saúl Navarro Escalante se pudieron apreciar en el Museo de Miniatura, donde el artista plástico exhibe tanto la vida cotidiana en la ciudad como momentos históricos importantes y algunas escenas de ficción; entre otras piezas y colecciones de insectos.

Desde las afueras del Museo Universitario Casa de los Muñecos, sobre la calle 2 Norte, visitantes contemplaron su fachada, conservando en fotografías los 16 tableros formados de talavera que representan personajes orientales. Además, apreciaron las más de 3 mil piezas que integran su colección de arte, entre las que destacan las de grandes pintores como Cristóbal de Villalpando, Rodríguez Alconedo, Juan Tinoco, Agustín Arrieta, José Manzo y Jerónimo de la Portilla.

Como en cada edición, el Puente de Bubas es uno de los más buscados, donde los visitantes pueden compartir sus memorias sobre leyendas que dan vida a la historia poblana, conocer algunos de los secretos de Puebla, contemplar el mural de Fuentes de María Las dos Pueblas (en el que el artista plasma las diferencias entre los españoles e indígenas) e informarse sobre la importancia del agua en la ciudad en el Museo del agua con el mapa de la antigua distribución del río San Francisco y el Puente de Ovando, incluso se puede apreciar el Escudo de la Reina, documento más antiguo hallado sobre la fundación de la ciudad.

Por otro lado, en el museo Amparo se recibió a una gran cantidad de visitantes que aprovecharon la entrada libre para conocer las múltiples exposiciones tanto temporales como permanentes que alberga en sus galerías, además de otros espacios como la ludoteca o la cafetería en la terraza, desde donde se puede apreciar la ciudad.

Además de ello, en esta primera edición de la Noche de Museos coordinada por el nuevo gabinete de la Secretaría de Turismo municipal, a cargo de Lirio Azalea González Luna, se llevó a cabo el espectáculo artístico multidisciplinario Santos Inocentes, en el que se llevó a paseantes locales y foráneos desde el centro de la ciudad al Barrio de Santiago, donde un grupo de artistas mostraron las tradiciones de la Puebla antigua, con personajes populares que interactuaron con la gente y compartieron ponche y tamales.

Reviven pasado del Barrio de Santiago

Un saltimbanqui, vendedores de comida y bebida en trastes de barro, figuras cotidianas de finales del siglo XIX, entre otros personajes de la tradición popular de la Puebla antigua convivieron con turistas en uno de los viejos barrios de la ciudad.

Como parte de la última Noche de Museos del 2018, este fin de semana se llevó a cabo en el Barrio de Santiago el espectáculo artístico multidisciplinario Santos Inocentes, evento en el que paseantes locales y turistas interactuaron con artistas escénicos, mismos que representaron a los habitantes del último barrio al sur-poniente de la ciudad, uno que fue indígena en una primera etapa y posteriormente convertido en una zona de comercio.

La intervención artística se trató de un trabajo antropológico a cargo de Víctor Montaño Silveti, quien hizo una exploración de personajes típicos del Barrio de Santiago de finales del siglo XIX y principios del XX, quienes contaron lo que sucedió en 1907 un 28 de diciembre (días de recogimiento en que aún no existía la usanza de las bromas), entre otros eventos específicos como el descarrilamiento de trenes, caídas de rayos en algunos templos y cómo se vivía en la época, como la falta de electrificación.

Según indicó el propio Víctor Montaño a El Popular, diario imparcial de Puebla, la idea es poner en perspectiva y crear comparativas de cuáles eran las costumbres de entonces y cuáles se tienen ahora.

Indicó que es muy importante la parte de la retroalimentación con el público, sobre todo los adultos mayores, quienes recuerdan su infancia y comienzan a dar más información y revivir la historia.

"Nos cuentan y empezamos a hacer una apología de este barrio que se está extinguiendo, entonces ahí se pierde un universo y mucha información muy importante", dijo.

Comentó que la importancia de realizar este tipo de actividades radica en la recuperación de las plazas, los barrios y ponerlos en el foco. Por ello, adelantó que el mismo proyecto se replicará en otros barrios, pues se trata de que la gente conozca la historia de su barrio para poder dar un testimonio cultural de lo que ha sido la historia del mismo y de la identidad poblana.

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