Josué Almanza: Lo social, importante para lo estético

El dramaturgo poblano acaba de publicar su libro Subversivo en la colección Extra(E)ditados de la BUAP

"La subversión no es un acto de violencia, sino comienza siendo un acto de reflexión", sentencia el dramaturgo Josué Almanza, quien caracteriza su teatro por tener una postura de resistencia.

Esto a propósito de Subversivo, texto dramático que aborda la posición de los artistas frente a los movimientos sociales. Según indicó en entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el drama nació luego de que él y sus compañeros de Epitafio, Laboratorio Teatral, se cuestionaran sobre el rol del artista en el presente en México: ¿es el artista una persona que sólo tiene que entretener o por el contrario es una persona que también tiene un rol político dentro de la sociedad?

Para el escritor, el artista nunca puede escapar a hacer política porque es parte de sí mismo, y no una política simplista de partidos, sino como una forma de vida, asumiéndose como seres políticos. Por esta razón sus textos invitan al espectador a generar una reflexión y un pensamiento crítico.

La historia de Subversivo se desarrolla en una ciudad sin nombre, donde cuatro mujeres (Bet, Guímel, Dálet y Hai), quienes anteriormente fueron partícipes de un ataque terrorista, han sido encarceladas y son sometidas a vivir un juego de representación y recreación de la memoria. Comienza cuando despiertan en una prisión y descubren que han sido encerradas en el Aleph. Descubren que el Aleph les ha obsequiado una pistola, misma que sólo tiene una bala. Todo se pone en juego y la verdad se revela en el intento de convertirse en la única privilegiada que muera instantáneamente y evite la tortura de consumirse en ese cuarto siendo presa de los recuerdos.

Subversivo es la segunda parte de la trilogía Sinergia de los caídos. Según indicó el autor, la tercera parte, Rabia de la colmena, se encuentra en proceso de publicación y estará lista para salir en este año; mientras que la primera parte titulada Sefirot, a modo de flash back, estaría pensada en publicarse el siguiente año.

¿Qué relación tiene esta cárcel llamada Aleph con el Aleph de Borges?

-Hay varios guiños que decidimos integrar. La cosmogonía borgiana ha estado siempre presente en mi literatura y más cuando aborda temas de ciencia ficción suave, porque ello para mí hace una exploración psicológica-existencial-filosófica del ser y Borges tiene mucho de eso. Esta cuestión laberíntica, mística que está en los relatos borgianos está también en la escritura de Subversivo, y de alguna forma honrar no sólo a Borges sino esa figura mística de la ciencia ficción.

Entonces, ¿cómo se define el actuar del artista frente al movimiento social-político, desde la frontera del propio arte y la cultura o involucrándose?

-Es común cuando me preguntan si Subversivo es teatro de rebelión o protesta, y para mí en realidad no existe el teatro de rebelión o de protesta, más bien existe cierta congruencia de parte de los artistas para con los discursos que quieran generar. Subversivo puede ser leído como un teatro de resistencia porque abre más las posibilidades de pensar el espectro social en el cual se inserta una obra de teatro. A los ojos de un lector un texto como este puede resultarle transgresor, pero cuando ves la puesta en escena te das cuenta que es muy poético, y de que en realidad la subversión no es un acto de violencia, sino comienza siendo un acto de reflexión.

¿Cómo se perciben entonces los límites de la libertad, a los que también está sujeto el arte pero que de pronto quisieran verse desdibujados?

-Hay momentos por los que atravesamos socialmente que determinan mucho cómo el arte se relaciona con lo social; porque no hay arte sin lo social, el artista siempre tiene que estar involucrándose con esa parte social, percibiéndola, sintiéndola, para hacer coherente en su discurso y en su propuesta estética.

¿Cómo sugiere Almanza acercarse a Subversivo?

-Debemos darle una oportunidad a los textos dramáticos (...). Hoy día hay muchas propuestas contemporáneas, nacionales y estatales, te das cuenta que dramaturgos poblanos hacen cosas interesantes, que están yendo a montar o dar conferencias en el extranjero y no estamos siendo visibilizados ni por el entorno cultural, ni municipal, ni por lo social. Mi propuesta parte de que, a la par de que leamos el texto, nos involucremos con el fenómeno teatral del estado que es amplio, innovador e interesante.

Perfil

Josué Almanza estudió en La Casa del Teatro AC y la Universidad Nacional Autónoma de México, la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Organización de Estados Iberoamericanos.

Becas y estímulos:

Intercambio e Itinerancias en Artes Escénicas de Puebla 2010, la beca del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Puebla 2011-2012, la beca Práctica de Vuelo del INBA, el Apoyo a la Producción Teatral del Festival Internacional de Teatro Héctor Azar 2012, la beca para Residencias Artísticas del FONCA y el Conseil des Arts et des Lettres du Quebec 2012, la beca Jóvenes Creadores FONCA 2013, la beca de la Fundación para las Letras Mexicanas 2014, la beca del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico de Puebla 2015, la beca para Estudios en el Extranjero del FONCA 2016-2018.

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