Exigen una explicación por mural retirado desde el 19S
Castellanos advirtió que, de no obtener una respuesta favorable por el ayuntamiento, recurrirán con autoridades
En la presentación del libro La lanza de la traición o la muerte del mural, alusivo a la obra con el mismo nombre, la cual fue plasmada en el Palacio Municipal de Atlixco y que luego del terremoto del 19 de septiembre de 2017 fue retirado, contó con la presencia de Polo Castellanos, el autor de dicha pintura. Un grupo de creadores del colectivo "Xelhua", junto con el muralista Castellanos pedirán de manera oficial, a través de un documento, una explicación al gobierno del panista Guillermo Velázquez Gutiérrez por el retiro y desaparición de la pintura La Lanza de la traición, plasmada en una de las enormes paredes en la entrada del Palacio Municipal. Lee: Dejé todo para enseñar pintura: David Castañón BolañosCastellanos advirtió que, de no obtener una respuesta favorable por el ayuntamiento, recurrirán con autoridades y acudirán ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). "El objetivo principal de dicho mural fue llevar a cabo una conmemoración que trascienda, (…) hacer eco de aquellos muralistas cuyo caballete no es otro que la extensión de la vida, materializado en una pared que se vuelve paso cotidiano; y hoy una página de dicho libro contiene la historia colectiva." En la Comisión para la Conmemoración de los Centenarios del municipio de Atlixco, en el 2010, participaron en la presentación del libro Geografía del anhelo, del poeta atlixquense Couthec Vargas Genis. En ese entonces se exhibió en mural itinerante Las muchas patrias de Polo Castellanos, un grabado en madera impreso en tela. Gracias a este acontecimiento surgió la idea de realizar un mural en el Palacio Municipal. De esta manera, Castellanos realizó un mural con fuertes trazos expresivos, con pinceladas que arrancan colores y líneas en un estilo muy particular. La lanza de la traición está inspirado en el cuento Yohualli, de Couthec Vargas; es un todo simbólico donde pasado y el presente se funden para que el espectador lea una historia desde su propia experiencia. El mural es una alegoría de la vida y la muerte, como una lanza que se apodera de la memoria para vencer la oscuridad del olvido, verdadera traición que arrodilla, que asesina y nos deja sin futuro, afirmó Castellanos.
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