Jueves 13 Junio 2019

La individualidad de las personas es un tema constantemente abordado desde la perspectiva de una dualidad interna; sin embargo, verse reflejado en otra persona que es idéntica a ti, es un tema poco tocado en los relatos literarios.

La novela Tóxicas es la primera redacción de este tipo de la poblana Isa González, quien había dedicado su carrera como escritora únicamente a la redacción de cuentos. Sin embargo, en este nuevo material presenta a Ana y Susana, dos gemelas que tendrán que separarse una de la otra para encontrarse consigo mismas.

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En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, la autora nos habló de su propia experiencia de gemelaridad. De acuerdo con su relato, en la infancia tuvo ciertas confusiones hacia sí misma, por el hecho de las constantes comparaciones de las personas para con ella y su gemela, lo que resultaba en constante proceso comparativo y de competencia.

 "Tenemos una subjetividad propia y nos gusta ser únicos, y no que te confundan todos los días con alguien más; entonces yo creo que es muy importante porque saber un poquito para la pregunta por la que venimos a este mundo que es ¿quién soy? Entonces, cuando tienes otra persona igual es todavía más difícil porque te mimetizas con el otro; entonces esta individualización es muy buena, porque te conoces más a ti mismo y no te confundes con el otro."

Isa González es licenciada en antropología social y maestra en letras beroamericanas; iniciaría su carrera con De vez en cuando, una redacción publicada en el 2008, para posteriormente continuar con la escritura de cuentos.

¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura narrativa?

-Empecé porque me metí a unos cursos como de creatividad y entonces ahí empecé a escribir y esto me gusta, y fue como en el 2000. Y luego en el 2002 me metí con Beatriz Meyer, que ella fue mi maestra durante muchísimos años y ahí empecé a hacer cuento y la UAM me publicó mi primer libro. Luego Editoriales Prasa me publicó el otro y luego el IMACP me publicó el tercero y por último la editorial Educación y Cultura el cuarto.

 

¿Tienes un momento establecido para escribir, o se trata del momento en que te llega la inspiración?

-Procuro ser disciplinada, sobre todo la novela que no la puedes soltar, porque si no se te olvida la narrativa y los personajes, ya que los tienes atrapados y de repente se van, y tienes que volver a retomar la novela desde el principio. Entonces a mí me gusta en la mañana, porque en la mañana es cuando más inspiración tengo y a veces también como a las cinco de la tarde o de seis a ocho, pero en la noche no puedo escribir.

¿Cómo surge la idea para escribir tu novela Tóxicas?

-Son temas que a mí siempre me gusta indagar como son la otredad. Siempre mis personajes femeninos como que quieren ser otra, y entonces yo tengo una hermana gemela, entonces sé perfectamente bien lo que es tener un doble, que te estén confundiendo, que te traten como si fueran una sola persona, como que no eres un individuo con una subjetividad propia; siempre es como en relación a la otra. Entonces como que ese tema lo tengo bien vivido, ya lo viví y dije 'voy a poner a estas dos gemelas para hablar sobre la otredad, sobre cómo se separan para encontrar su propia individualidad'. Por eso se me ocurrió hacer estos dos personajes que son Ana y Susana, para también yo indagar en las diferencias, porque muchas veces hasta yo con mi hermana gemela no nos sabemos diferenciar cuáles son nuestras diferencias.

 

¿Cuál es la trama de esta historia?

-Son dos gemelas que fueron abusadas por Ángel, que es su primo, que les leía cuentos de Allan Poe, sobre todo El gato negro y entonces como que ellas eran niñas que buscaban siempre la aprobación de él y ser la preferida. Ahí las gemelas se separan después de un evento y es cuando cada quien empieza su propia vida, porque se dejan de ver. También hay un meollo en la novela como de sadomasoquismo, porque es como una lucha de poder.

¿A qué alude el título Tóxicas?

-Yo estaba leyendo un libro que no se llamaba tóxicas pero que había unas prostitutas que les decían tóxicas. No recuerdo quién es el autor, pero el caso es que estas gemelas no son prostitutas, pero me gustó el nombre. Es título potente, porque están dañaditas las gemelitas.

Son tóxicas porque son mujeres, sobre todo una que es Ana, que vive en su casa y no sale; entonces estos espacios privados como la familia es donde se empieza a gestar la violencia, como que eso es lo que quise abordar. Son muy tóxicas las dos, sobre todo por eso de que fueron abusadas por el primo; entonces es un ambiente tóxico.

 

¿Por qué el público debería leer esta novela?

-Porque no está tan abordado el tema; está lo del doble y todo esto, pero es como un doble dentro de ti, pero aquí son dos personas y como yo tengo esa experiencia sé muy bien decir qué pasa cuando tienes un hermano gemelo.