Viernes 14 Junio 2019

La gente necesita reír como un método de sanación a sí misma. La risa es un canal de escape de la cotidianidad y los problemas que en ella existen. Ésta es la metodología de vida de Andrea Christiansen, productora y quien da vida a Pimpolina, una payasa que busca compartir su felicidad, libertad y creatividad con el público.

Luego de haberse presentado en el 2016, la cómica Pimpolina regresa a Puebla con el espectáculo de pantomima "Sueños de Pimpolina", en el que se aborda una historia que se va tejiendo a partir de dos rutinas tradicionales de circo: en una de ellas nos presentan a una payasa con sueños para dar un concierto en la pista de circo; y en la otra se presenta gruñón, "el señor prohíbelo todo," que se molesta ante la felicidad y los sueños de Pimpolina.

Andrea Christiansen estudió literatura en la UNAM especializándose en la poesía, para más tarde llevarla al mundo del clown a través de su personaje Pimpolina, quien recientemente celebró su cumpleaños número 40.

"El clown llegó a mí, yo estudié literatura en la UNAM y en realidad me perfilaba hacia las letras, pero de alguna manera toda esa vocación hacia la escritura y hacia la poesía, la he canalizado y desarrollado a través de mi payaso; por eso siempre hablo de que el trabajo del clown va muy ligado a la poesía."

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Christiansen explicó que ha dedicado su vida al clown, convirtiéndolo en su filosofía de vida desde que se encontró con Pimpolina, que ha sido su único personaje y que presenta en diferentes espectáculos.

¿Cuál es el trasfondo del espectáculo?

-Provocar una rebeldía en contra del autoritarismo y de la arbitrariedad, porque yo creo que los niños están acostumbrados a tener que soportar permanentemente las arbitrariedades de los adultos, que permanentemente intentan imponerles su mundo

 

¿Por qué el tema de la libertad de soñar a través del clown?

- Quiero compartír la actitud de creatividad y de rebeldía al público para que la tomen, quienes quieran y a quienes les toque y les interese, porque creo que la creatividad es una manera de rebeldía.

 

 ¿Cómo desarrollaste el personaje de Pimpolina?

-Empecé a hacerla cuando era muy jovencita; al inicio fue un trabajo intuitivo. En aquel entonces no había ni cursos de clown ni maestros de clown, como lo hay ahora por todos lados. Creo que mi inspiración fundamental fue una payasa que yo vi en cine en una película de Federico Fellini, La strada. De algún modo este personaje fue mi inspiración para hacer a Pimpolina.

¿Qué hay en común Andrea y Pimpolina?

-Es muy difícil separar quién es quién, porque Pimpolina se ha ido metiendo e invadiendo toda mi vida, y creo que a esta altura ya no sabemos muy bien dónde empieza una y dónde termina la otra. Ella se ha vuelto el eje de mi vida. Ha ido impregnando todo lo que hago, y lo sostengo como filosofía de vida también; creo que al menos para mí me parece la mejor actitud de vivir en una actitud creativa y despierta, en relación a todo lo que nos rodea y buscar a todo trance la libertad.

 

¿Qué ofrece Pimpolina en el escenario?

-Pimpolina, además de hacer reír, siempre buscó transmitir al espectador una reflexión sobre la realidad o una actitud frente a la realidad, que tiene que ver con la libertad, con la poesía y con la rebeldía. Siempre hay un contenido humano. Para mí, el actor que sube al escenario tiene que tener una verdad muy profunda para transmitir, y si no tiene esa necesidad de transmitir alguna verdad, que no suba. Y eso lo puedo decir ahora después de 40 años de carrera, puedo decirlo con toda firmeza.

"Sueños de Pimpolina" se presentará en el Teatro de la Ciudad, ubicado en Juan de Palafox y Mendoza 14, de manera gratuita el domingo 16 de junio en tres funciones: a las 12, 17 y 19 horas.