Durante su formación compuso diversas obras que formaron parte del repertorio de la Orquesta Nacional; hoy se cumplen 61 años de muerte
A 61 años de su muerte, José Pablo Moncayo García continúa siendo uno de los compositores jaliscienses más destacados en la historia de México, y sus obras siguen siendo el pilar de la enseñanza de la música orquestal en el país. Lee: Regresa Pimpolina con show fabricado de sueños y risasJosé Pablo Moncayo estudió en el Conservatorio Nacional de Música en 1929, luego de la pasión musical derivada del primer acercamiento cuando su padre recibió, un clavecín como pago. Para 1931 le surgió la oportunidad de pertenecer a la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, donde se integraría como percusionista dirigido por su instructor Carlos Chávez.
ParticipaciónPara 1945 fue nombrado director de la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de México, puesto que desempeño hasta 1952. En este periodo, Moncayo fue maestro en el Conservatorio Nacional de Música, donde impartió las clases de Composición y Dirección. Junto con sus contemporáneos Daniel Ayala, Salvador Contreras y Blas Galindo conformó el Grupo de los Cuatro, cuyo propósito era el de promover la música mexicana y las composiciones propias de sus integrantes. Legado musicalSu aportación más popular a la música mexicana fue la obra Huapango; sin embargo, su repertorio incluye más de 30 obras de relevancia en la historia de la música orquestal en México. Entre las obras más destacadas podemos mencionar Sonata para violín (1937), Huapango para orquesta (1941), Sinfonía No. 1 (1944), Sinfonietta (1945), La mulata de Córdoba (1948) y Muros verdes (1951). Con la muerte de Moncayo finalizó el periodo musical conocido como "nacionalismo mexicano. "
Influencia actualSergio Castro Medina, reconocido director de orquesta y director general de Difusión Cultural de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), en un diálogo con El Popular, diario imparcial de Puebla reconoció que la sociedad debe empaparse del repertorio de un músico como José Pablo Moncayo, cuyas obras representan una pauta de la composición de la música en México. "José Pablo Moncayo lo tenemos siempre catalogado con el huapango, pero yo creo que lo importante con un maestro como lo fue Moncayo, va más allá su música de lo que es el huapango." Sus obrasLo catapultaron en la clasificación de nacionalismo; sin embargo, su repertorio tiene más obras muy simbólicas que distinguen a una persona preparada en términos de la composición. Sergio dijo que el primer acercamiento que tuvo con la música cuando era niño, una de sus mayores influencias era el huapango, porque es un tema muy popular que todo director sueña dirigir en algún momento. "Cuando era niño y comienzas con la formación musical, claro que tu primer acercamiento con Moncayo es a través del huapango; a todo niño le fascina y quiere tocarlo. Con todo, es una obra que yo admiro y respeto. (…) Como director algo que yo admiro de Moncayo es su capacidad de orquestar, además de generar las composiciones, es un gran orquestador."
SimilitudEn lo particular, Sergio Castro se identifica con la obra Sinfonietta, una composición que reconoce como fantástica, por sintetizar una obra con un solo movimiento que se compone por conjunciones de ritmos en momentos irregulares. "Yo veo un Moncayo que tiene una perfecta estructura de cómo componer sus obras, los movimientos están muy asentados, la Sinfonietta el propio Huapango, la mulata de Córdoba, la Tierra de temporal… Yo siento que Moncayo no es un compositor experimental en ese aspecto de la forma clásica por así decirlo, y da a esta conjunción de sonidos del entorno social o que están ocurriendo." Las composicionesReconoció que las composiciones de José Pablo Moncayo están a la altura de cualquier música europea, del Occidente y del exterior en general; por lo que más allá de admirar al compositor por ser mexicano, lo admira y respeta como músico.
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