Sábado 29 Junio 2019

Comenzaba la tarde y un grupo de jóvenes se reunía en las faldas del cerro de la pirámide de Cholula. Se les distinguía por su uniforme de colores vistosos rojo y dorado, adornado con plumas y bordados con grecas de tipo prehispánico, además de su algarabía. Ya congregados tomaron sus instrumentos y se agruparon para comenzar con un recorrido por las principales calles de Cholula.

Con la gallardía y estilo que distingue a la marching band, los más de 100 integrantes de esta agrupación interpretaron los temas más representativos de la música regional mexicana. Al recorrido se les unían más y más personas, que con el sonido de las percusiones y los instrumentos de aire emocionaban a todos los presentes.

Así, rodeando las calles aledañas a las pirámides, el desfile llegó al Teatro "Ciudad Sagrada", donde se despidieron y agradecieron la presencia de los espectadores, que no dejaron de ovacionar su participación.

Lee: Ejecutan concierto de flauta y arpa

La gala

La consumación de la marching band, marcaba el inicio de lo que sería una noche que conjuntaría talento musical y artístico de personajes poblanos que llegaban vestidos de gala, listos para deleitar al público que esperaba el inicio de la presentación.

Pasando las 20 horas en el teatro, se comenzaron a escuchar los aplausos de los asistentes que pedían iniciara el programa, ansiosos por escuchar los temas más populares de nuestra cultura, como La llorona, Cielito lindo y La bruja.

Con el teatro lleno, al centro del escenario con luces en colores ámbar que amenizaban el recinto, se anunció la apertura del concierto por parte del cuarteto de saxofones Quinto Elemento.

Llamó la atención de la utilización de una marimba como acompañamiento en una interpretación de tipo clásico algo poco visto, pues estamos acostumbrados a encontrar este instrumento como parte de representaciones de sones jarochos y populares.

Sentado al borde de los asientos, se mantuvo el público, permitiendo que el sonido particular que brota de la combinación de cuatro saxofones, penetrara por los oídos para recorrer todo el cuerpo y vibrara la piel.

Clímax

Al cierre del primer número, continuó la participación del famoso ensamble poblano La Fuga Canela, con la distintiva voz de la soprano Jennifer Cano, en cuyas interpretaciones entregaba no sólo un deleite al oído, sino también un pedazo de su alma en cada canción.

Y es que escuchar a Jennifer Cano es un deleite auditivo, que brinda a cualquier audiencia una experiencia sensorial, acompañada de la sensación bohemia de paz y relajación que brindan los instrumentos de cuerdas que le acompañan.

Cierre

Fue entonces, cuando los oídos de la audiencia se habían acostumbrado a la dulzura de las voces femeninas que se habían presentado que sufrieron una catarsis emocional con la llegada al escenario del tenor Jack Ibáñez, interpretando Alma mía, un tema de la gran María Grever.

Cerrando con broche de oro, los cantantes cerraron el concierto encantando los oídos con canciones que todos conocemos y que fueron coreadas por los presentes, que no pudieron evitar demostrar su emoción con algunas lágrimas, símbolo de haber vivido una experiencia musical sin precedentes.

Patricia Somohano, una de las responsables de la organización del evento, además de agradecer al público por su presencia, despidió a los presentes no sin antes prometer una segunda edición del Festival Cenzontle para el 2020.