Sábado 29 Junio 2019

Muchos siglos atrás, todo México y centro de América fue testigo del nacimiento de varias culturas prehispánicas que habitaron y se desarrollaron en este territorio. Olmecas, zapotecos, mayas, aztecas y toltecas son sólo algunas de estas civilizaciones que forman parte de nuestro pasado como mexicanos.

Sus costumbres, tradiciones y prácticas sociales eran muy diferentes a las nuestras, y aunque mucho se ha estudiado, algunas culturas aún siguen guardando misterios que giran en torno a su modo y estilo de vida.

Gracias a los testimonios del desarrollo cultural y científico que dejaron estas civilizaciones prehispánicas, a través de varios estudios arqueológicos y antropológicos hoy se puede conocer una parte de este universo desconocido.

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El último Amo

A pesar de la conquista española en México, luego de un claro mestizaje intercultural, algunas prácticas se seguían realizando, aunque de modo diferente. Uno de los últimos nombramientos como Amo, fue el de Jorge Roberto Ortiz Dietz, quien fuera hijo de madre zapoteca y padre europeo, nombrado durante su juventud como "carrizo de río".

Este hombre, al estar consciente de que se aproximaba la desaparición de estas costumbres, decidió plasmar su conocimiento sobre su cultura en sus memorias, tituladas Zaachilalóóó, donde platica los detalles de este tipo de actividades, dejando también su colección conformada por huesos, cráneos y objetos de origen prehispánico, para que a pesar de la extinción de su linaje, el mundo tuviera la oportunidad de conocer el pasado de una forma más cercana.

Amos por siempre

Antes de morir Ortiz Dietz, habiendo sido un notable notario que radicaba en la ciudad de Puebla, decidió donar su colección y sus memorias al Museo Casa del Mendrugo en el 2011, para ser exhibidas al mundo por primera vez.

Hoy, parte de esta exhibición conformada por diez osamentas y objetos fue trasladada al Museo Regional de Cholula, para ser visitada el resto del año por todos los poblanos y turistas.

En esta exposición pueden apreciarse de cerca los cráneos y huesos como fémures, que fueron esgrafiados hace cientos de años, como parte de una tradición ancestral muy importante para una de las culturas más populares de México.

De acuerdo con las investigaciones realizadas por antropólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), esta colección pertenece a un periodo que comprende los años 900 d.C. a 1521 d.C. conocido como Posclásico.

En la inauguración, se presentó en un formato teatral una de las leyendas más importantes no sólo en Puebla, sino en todo México: la leyenda de Popocatépetl e Iztaccíhuatl, una pareja de enamorados cuyos cuerpos se convirtieron en volcanes, para seguirse amando en la eternidad.