Una sublimación entre lo urbano, la naturaleza y los sentimientos,es lo que podemos llevarnos de la exposición Ecos, de la artista venezolana Magdalena Fernández, cuya visión de la realidad a través de sus obras homenajea los puntos referentes de otros artistas destacables en la historia. Conformada por 21 videos y 15 grabados en bajorrelieve, esta colección se alberga en el Museo Amparo y está disponible al público en general con el costo normal de entrada, hasta el 3 de enero del próximo año. Las piezas de la exposición, fueron distribuidas en tres salas, el vestíbulo, y por primera vez la terraza, a fin de generar una experiencia integradora, con las piezas que llevaron más de 20 años en realizarse, de acuerdo con la autora. Este trabajo gira en torno a dos ejes temáticos: la naturaleza y el paisaje, y la abstracción geométrica; por lo que podremos toparnos con una serie de obras que combinen lo visual y lo auditivo para generar esta reflexión. Lee: No importa el destino, sino los caminos: El GuardagujasEl recorrido: vestíbuloUna vez ubicados en la explanada a la entrada del Museo Amparo, que en esta ocasión alberga esta muestra de arte, podemos observar a simple vista un montón de cuerdas blancas colgando con una esfera al final, con un aspecto de péndulo. Sin embargo si nos damos a la tarea de profundizar esta muestra, podemos observar que se trata de una interpretación de la relación que existe entre nuestro entorno y nuestro interior. Esta obra fue diseñada específicamente para este espacio y propone apropiarse de la estructura modular, para expandirla y proyectarla. Para lo anterior, el público podrá caminar entre el tejido reticular, para comprobar que cada uno de los lazos, están unidos entre sí de alguna manera. Primera SalaConvendrá guardar silencio, como en el resto de las salas, pues al entrar, el audio y la visión se tendrán que unir para ser partícipes de una experiencia sensorial, en la que pareciera que se escucha la caída de gotas, que finalmente se convierten en una tormenta. Con esta alusión a la naturaleza, y la abstracción de los puntos que se convierten en línea mediante una proyección de video, Magdalena Fernández propone una reflexión de unificación. Segunda SalaRepresentando un homenaje al artista Helio Oiticica, al entrar a la sala podemos apreciar una proyección de cuadros y rectángulos azules, que de manera sutil crecen y decrecen, al mismo tiempo que se unen y se separan. Tercera SalaEn esta sala, donde se presentan obras inéditas de a artista, podemos encontrar en primera instancia un tríptico, donde a pesar de la postura nada socialista de Magdalena; una representación de la escasez de agua, comida y luz que sufren las personas en Venezuela. Continuando con el recorrido, nuevamente encontramos homenajes a los artistas más relevantes en su percepción artística, de modo que a través de grabados en bajorrelieve, nos topamos con la intersección de varias figuras geométricas. Al final de esta sala, nuevamente hay una proyección; sin embargo en esta además de una conexión con los sonidos de la naturaleza, se propone un análisis sobre la dualidad, del amanecer y el atardecer, bajo una interpretación propia. TerrazaAdemás de la pieza que se instaló en el vestíbulo, esta obra también fue diseñada específicamente para ser expuesta en el Museo Amparo. Se trata de la instalación de espejos en el piso, de modo que puedan integrar el cielo con el edificio, y al mismo tiempo, el reflejo del mismo visitante para formar parte de la exposición. |