Sábado 27 Julio 2019

La puesta en escena Fresa, pero no de tu mermelada, propone además de entretener al público, son una serie de pasos para, poder superar las pasadas relaciones amorosas, y cualquier otro trauma que te mantenga atado al pasado.

A través de un monólogo, la obra presenta a Barbi, una mujer que parecía tenerlo todo (posición, dinero, hijos, amor), y sin embargo en un momento tiene que atravesar por una ruptura amorosa, por lo que trata de superarla a través de una serie de pasos que no le resultan nada bien.

Con la intensión de compartir al mundo su experiencia, para que las demás personas también puedan superar sus problemas, Barbi narra lo que vivió y el camino que encontró para superar a su ex.

Esta puesta en escena, está a cargo de jóvenes pertenecientes a Sinergia Producciones, una compañía poblana independiente de teatro, que nació hace cinco años, con la inquietud de compartir sus propios escritos a través de lo que consideran, no sólo es su trabajo, sino su pasión.

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El nacimiento de Fresa

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Eduardo Sandoval, Lidia Cid y Pamela Lezama; mencionaron que esta obra, es el resultado de tres meses de ensayos diarios, en que los actores terminaban sudados y agotados, para poder entregar al público lo mejor de sí mismos.

Eduardo Sandoval, quien fuera director de la puesta, dijo que en la mayoría de casos, presentan textos propios. En esta obra se trató de un trabajo colectivo, que nació a partir de la idea de una de las experiencias de Pamela Lezama.

"Todos los trabajos los hacemos de forma colectiva, entonces empezamos a ver qué temas podemos hablar, y en esta en particular es precisamente que la gente no supera sus relaciones. Así surge Fresa pero no de tu Mermelada, con el discurso de aprender a superar a tus ex y cualquier otro trauma."

Por su parte, Pamela Lezama dijo que en Barbi se ha encontrado con una parte opuesta de sí misma, hasta que la ha convertido en su némesis.

"Más allá de encontrar una similitud con el personaje, me he dado cuenta de que yo solamente soy el instrumento de ella, yo solamente le presto mi presencia y mi voz para todo lo que tiene que decir esa mujer. En la vida real a mí me cuesta trabajo hacer muchas cosas, en las que Bárbara se empodera. Es como mi némesis."

Añadió que esta experiencia con el personaje, le deja una enseñanza más que de relaciones amorosas, de relaciones humanas, debido a que considera que no siempre las rupturas tienen que ser amorosas o sentimentales, pues en ocasiones puede suceder con personas que te rodean e inclusive contigo mismo.

Una catarsis emocional

Eduardo Sandoval, sumó que la forma cómica en que transcurre el monólogo, permite que las personas puedan sentirse identificadas y en confianza, de modo que a través de las risas discretas, comienzan a soltar ese arraigo con las relaciones pasadas.

"En cualquier situación manejamos muchas emociones, entonces a través de esta comedia buscamos que la gente conecte con estas partes. Lo que te deja Bárbara es que si ella pudo empoderarse y ayudar a otras personas, cualquiera lo puede hacer. A través de la risa buscamos no solamente que la gente se ría, sino que se lleve algo más allá."

Finalmente puntualizó que también para los artistas, el teatro ha representado una forma de liberarse para "no estar internado en un psiquiátrico", como mencionó Eduardo de forma cómica, explicando que a lo largo de las obras que han presentado, pueden expresar lo que han vivido y esto les ha funcionado como un escape a la situación por la que estén pasando.