Dentro de la exquisita riqueza cultural con la que cuenta la ciudad de Puebla, su arquitectura es una de las joyas que más llaman la atención de poblanos y turistas, pues al transitar por las calles del famoso Centro Histórico, las casas, los museos, las iglesias y hasta la acera, guardan secretos que se han alojado en ellos por varios cientos de años. Dentro del acervo arquitectónico, la Parroquia de San José, es uno de los más importantes, por sus más de 400 años de actividad desde su fundación en 1556. Este recinto perteneciente a la Arquidiócesis de Puebla, se ubica sobre la calle 2 Norte 1803, en el barrio de San Antonio. A este templo, acuden decenas de visitantes de manera diaria, algunos a dar gracias y otros muchos a pedir por sus familiares o amigos. Los fieles devotos del santo, a los que podemos observar arrodillados por varios minutos, señalan que sus principales oraciones, son para que el patrono contra los rayos, los proteja de tormentas y ciclones. 
Historia El primer levantamiento del templo, concluyó en 1595, cuando el Ayuntamiento de Puebla, eligió a San José como patrono contra los rayos. Iniciando como un templo sencillo y sin lujos. De acuerdo con varios archivos sobre la arquidiócesis, el templo de esta primera construcción era de madera y fue el Capitán Antonio Fernández, quien ordenara construir las bóvedas y realizar modificaciones en su estructura. Esta etapa fue concluida antes de 1693, fecha que coincide con el inicio del levantamiento de la Capilla de Jesús Nazareno, a cargo del arquitecto sevillano Diego de la Sierra Garcipérez. Aunque no se tiene un registro que indique la procedencia de la imagen de San José, ubicada al centro y al frente del altar, una de las leyendas en torno, relata que fue tallada a partir de un árbol grueso ubicado en la plaza de la iglesia, al que le cayeron no menos de siete rayos en una sola tarde de tormenta.
Recorrido Al llegar al recinto, uno se puede maravillar con el recinto de piedra labrada, tallada a mano con martillo y cincel, la majestuosa fachada cubierta con azulejos de talavera poblano y edificado con ladrillos, da inicio a lo que será una experiencia cultural sin precedentes. Una vez dentro, se notan de inmediato las tres naves en que está dividida a través de la construcción de arcos, y la cúpula sin tambor. En las naves laterales, destaca el estilo barroco y churriguresco de sus retablos, mientras que el altar mayor presume un estilo neoclásico, donde por su puesto al centro, la imagen del patrono San José. Uno de los aspectos que atrae a devotos y turistas es el Sagrario o Capilla de Nazareth, por su sobrio y excelso estilo barroco. En este punto cabe destacar que al interior de la parroquia, podemos toparnos con obras artísticas de Agustín Arrieta, Antonio de Santander, Diego Barruecos.
Renacimiento Aquel sismo ocurrido el 19 de septiembre del 2017, aún resuena con los estragos que han quedado de un recuento de daños, de los que muchos, no se han podido reparar. Como muchos otros templos, la parroquia de San José, también se sumaron a la lista de los afectados tras el temblor; sin embargo, después de un paulatino proceso de restauración, el templo volvió a ver la luz. En la actualidad labora de manera normal, ofreciendo misas y rosarios a todos sus creyentes. El recinto recibió el apoyo por parte de la Secretaría de Cultura federal, a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC), gracias a su relevancia histórica y cultural, para todos los poblanos. |
