Martes 30 Julio 2019

En cada casa existe al menos una foto familiar, en la que las personas parecen contentas, sin importar las adversidades. Puede tratarse de la foto de la boda de los padres, o del bautizo del primer hijo, o tal vez la clásica foto de la quinceañera en su hermoso vestido, o la tradicional foto de las caritas del nuevo bebé; incluso se agrega a la lista la acostumbrada foto de navidad.

Pero lo que hay detrás de la importancia de estar dentro de la captura de este momento representa una penuria por generar un sentido de pertenencia ante una escasez de identidad. Esta es la indagación que presenta en su propuesta el productor audiovisual poblano Jesús Tapia, en su documental No estamos en la foto, en el que recopila de testimonios de varias personas que decidieron modificar el modelo familiar, en su búsqueda de un ambiente ideal para hacer una nueva foto en la sala.

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La idea

En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, el autor del proyecto explicó que la iniciativa surgió en un momento en que se topó con una fotografía de la que no recordaba el momento en que la habían tomado, ni a algunas de las personas que ahí se encontraban, como el novio en turno de una de sus primas; sin embargo, lo que le causó reflexión fue el hecho de que, en el recorrido por los rostros de sus familiares, no logró identificarse, dándose cuenta de que no se encontraba en el cuadro.

De alguna manera, esto lo llevó a pensar en la postura de algunas personas que definen la importancia de su rol en sus familias, con base en su posición en la fotografía familiar.

"Comencé a pensar en la gente que sí le afecta no salir en la foto, personas que incluso renuncian a lo que son para salir en la foto familiar. Entonces empecé a entrevistar a gente que eran muy unidos a su familia que se regían bajo este concepto: de que salir en la foto delimita qué tan unido o no estás a tu familia."

Luego de cuatro años de grabación y producción para la realización del documental, una vez que lo vio realizado, el joven productor dijo que le sirvió como una terapia interna, en la que se vio reflejado en los testimonios de sus entrevistados.

"Creo que lo importante después de estos cuatro años es que este documental debe tratar del perdón. Si tu familia alguna vez te hizo daño, no queda más que perdonar."

Los resultados

Este material audiovisual ha tenido espacios dentro y fuera del estado, donde destacan el Teatro de la Ciudad en Puebla, y un festival de cine en Madrid, España. Jesús Tapia adelantó que espera próximamente incluir su metraje en un nuevo festival en España.

Una anécdota que resalta de una proyección de este material en Madrid, fue que justamente se proyectó cuando el gobierno regional de Cataluña planeaba celebrar un referéndum de independencia ante España, por lo que generó en uno de los asistentes una reflexión de este fenómeno reflejado en el documental.

"Eso ha sido de lo más importante que ha logrado este proyecto, por tratarse de la familia, siempre genera opiniones distintas, o hay llanto o hay alegría."

Por otra parte, añadió que a pesar de que no ha recibido ningún apoyo por parte de ninguna instancia gubernamental, está orgulloso de representar a Puebla y a México en otras partes del mundo, siempre que tenga la oportunidad, aunque dijo que no le gusta ponerle bandera a su trabajo: "donde se proyecta mi trabajo, es de dónde es; donde se proyecta se nacionaliza", sentenció.

El documental se proyectará el 31 de julio y el 1 de agosto en la cinemateca "Luis Buñuel", ubicada en Casa de la Cultura.