Volver a la piel, arca de una memoria: Gerardo Porcayo

Gerardo Porcayo es un escritor que lleva la cruda realidad a mundos futuros y vacíos de sentido

Gerardo Horacio Porcayo Villalobos, oriundo de Cuernavaca, Morelos introdujo el subgénero cyberpunk de la ciencia ficción y en este momento está presentando su novela Volver a la piel. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla nos relata el proceso de su nuevo libro.

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¿Cuál es el origen del título de tu libro?

Depende de cada novela, en este caso no tenía título; de hecho la escribí cuando me surgió la idea; empecé a hacer el archivo y tenía que ponerle título porque lo empecé en una tablet y entonces le puse Mr Robot, porque no tenía nombre. De hecho me llegó hasta que acabé la novela y le encontré el nombre. Exactamente no cómo me llegó la frase; no me gustan, las frases simples, siempre me gustan, con un toque poético y algo que desconcierte. Y bueno, es el intento de volver a tener carne, el intento por volver a tener piel. Volver a la piel es una frase polisémica, puede implicar algo de erotismo o implicar otras cosas y eso me gustó.

¿Cuál es el proceso creativo entre una novela y otra?

El proceso es singular en cada caso, cada historia tiene su propia historia. En este caso sigo escribiendo, el problema es que hay momentos en donde nadie te quiere publicar; más que no escribas, nadie te quiere publicar.

Yo pasé casi diez años sin poder publicar, no porque no tuviera sino porque no encontraba a nadie que quisiera publicar mi trabajo. También es cierta esa frase que dice Las novelas no se terminan, se abandonan (…) una década sin publicar no es cualquier cosa. Esta de Volver a la piel es de mis trabajos recientes, ha sido una novela más fresca, nació de un proyecto “natural”, de hecho estaba pensando mandarla al Premio “Amado Nervo” de Ciencia Ficción, pero cuando la quise mandar me encontré con que ya le habían quitado el apellido de Ciencia (…) Y el no mandarla me permitió meterla aquí al FCE y tener esta opción de publicación. Hay veces que uno da tumbos interesantes y apropiados, este fue el caso, escribí una novela breve.

¿Hay algún cambio de voz del primer libro a Volver a la piel?

Todo el tiempo estoy tratando de cambiar la voz, depende de qué te nutres, qué lees, eso es lo que aspiras a escribir. Julio Cortazar cambiaba mucho de estilos; aunque tenía su tono peculiar, le gustaba cambiar de estilos, Philip José Farmer, escritor de ciencia ficción que le gustaba cambiar y confundir al lector, eso me gustó mucho. Robert Silverberg también es otro que en sus momentos hizo, porque ahora hace cosas más comerciales(…) yo me he sentido con estas tentativas de cambiar la voz y adaptarla a la necesidad de la escritura (…) Y Volver a la piel es la primeras donde me atrevi a dar el paso a una persona poderosa, pero no sin un truco, porque al final de cuentas es una persona poderosa que está bajo la supervisión de sí mismo (…) es todo un juego, una estrategia para crear esta visión.


¿Cómo fue la creación de tus personajes?

El personaje tiene una visión de poder, el hecho de tener dinero lo hace enfrentar límites o derruir límites a grados inhumanos. En este caso es experimentar con él mismo, para hacer realidad su sueño de tener otra vez carne, de tener piel (…) pensé en su ser frágil que se siente único como todos y se lleva el chasco de que no, no sólo hay parecidos, sino idénticos en memoria. También me interesaba meterme con la memoria a partir de tragedias familiares (…) en mi caso me tocó lo de demencia senil de mi papá; tratas eso de cerca, no fue algo fácil ver cómo la personalidad se disgrega, cambia, retrocede (…) y de pronto al otro día no recuerdas que pasó y todo te viene a flashazos. Busqué narrar un poquito de cómo puede ser bien diferente la personalidad a partir de los mismos recuerdos, pero sin estar unificados de la misma manera adquirimos una diferente personalidad.

¿El personaje refleja las complicaciones de la identidad y la realidad?

Termina reflejando una parte (…) en este caso se centra más bien en la identidad que te hace reaccionar. Me parece a mí y a lo que te lleva el poder; básicamente creo que no, va más allá en este sentido, lo que si busca es un choque contra esa visión consumista de entre más tienes más quieres, más feliz (…) yo espero que se sienta que experimento con algo vacío. No es una ganancia, no es un triunfo es un qué hice o que hizo mi antecesor.

¿En qué te inspiraste en esta novela?

En lo de mi papá fue una inspiración y quería hacer una novela más clásica y alguien que siempre me ha gustado mucho es H.G Wells. Es un homenaje a él, al doctor Moreau y la ínsula Moreau, a Bioy Casares a Burroghs, hay muchas cosas, me permití jugar en ese sentido en este tema a través de este homenajear.

¿Cómo ha sido la evolución del ciberpunk desde el 93 en tu trabajo literario?

Me gusta su filosofía, su forma de abordar los personajes, pero es un movimiento que nació en cierto sentido condenado, con mucho rechazo hacia él por esta visión cínica de la ciencia ficción, y sus autores originales, William Gibson y bruce Bethke, lo declaran muerto un año después de que yo saqué mi novela y eso hizo que la etiqueta ya no funcionara comercialmente.

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