Conducir un tráiler, un viaje a la juventud violenta
El escritor Rogelio Guedea detalla que la novela que ha sido reeditada surgió de su experiencia en el Ministerio Público
Rogelio Guedea (Colima, México, 1974), es un abogado criminalista, doctor en Letras Hispánicas; además de ser un narrador, poeta y ensayista. Coordinó la edición de Historia crítica de la poesía mexicana I y II, dos manuales esenciales que recopilan estudios de la lírica mexicana del neoclásico a nuestros días. Obtuvo el Premio Memorial “Silverio Cañada” 2009 por Conducir un tráiler, en 2008 obtuvo el Premio Adonáis de poesía por Kora. La novela surge a partir del viaje que realiza siendo joven Rogelio Guedea y de su experiencia en el Ministerio Público, donde retrata el poder, la violencia y el narcotráfico; además de que muestra un sector mexicano encapsulado en el tiempo y es la parte rural, los pueblos colimenses o bien de cualquier lado de México. Abel Corona es el alter ego de Guedea, quien cuenta las historias a través de su voz. Esta novela es reeditada por el Fondo de Cultura Economica (FCE) y a partir de ella surgen otros dos nuevos números que están por salir para formar una trilogía: Conducir un tráiler, 41 y El Crimen de los tepames. Así como un libro de cuentos inéditos titulado El Nuevo. En entrevista con El Popular, diario imparcial de Puebla, Rogelio Guedea narra cómo fue la construcción de la historia y lo que le implicó hacerla después de la poesía. Al cuestionarle sobre el origen del nombre Conducir un tráiler, responde que surge a partir de las experiencias de su juventud al realizar un viaje por varios lugares y de su trabajo en esa época. “El nombre surge de una experiencia sobre un viaje que realizo por más de un mes con un chofer que conozco de manera fortuita siendo joven; de ahí parten las historias que se mezclan, desde el norte hasta el occidente de México, la vida de rancheros, narcotraficantes, sicarios, homosexuales, suicidas y traileros.” Lee: Coppola recibe premio Lumiére por su trabajo
Su alter ego Acerca de la construcción de su personaje, Abel Corona, señala: “Es una autobiografía amañada. Todo surge de las historias que recopilo cuando trabajo en el Ministerio Público y voy engarzando las historias con los hermanos y la familia a través de los recuerdos y el viaje.” Si bien Abel Corona es su alter ego, no se siente identificado con el machismo o la homofobia que se retrata en la novela, aunque sí es un hecho que se mira sobre todo en las zonas rurales, donde es mal visto hablar sobre estas temáticas. “Sólo es una ficción. Aunque retrato esta parte del machismo, hablo sobre lugares rurales y gente de campo, de sitios donde el tiempo se ha encapsulado y no ha llegado toda esta confrontación con el machismo, sin embargo; estos personajes existen aún en muchas partes de México, sobre todo fuera de la periferia, donde estos estudios sobre la violencia de género no han llegado.”
Estructura de su novela La novela maneja estructuras temporales que si no se está atento puede surgir un extravío dentro de la novela, aunque surgen revelaciones de su gran habilidad del manejo del lenguaje. “La novela tiene historias inacabadas donde el lector podrá descifrar historias entrelazadas con el viaje de Abel Corona a través de diferentes pueblos mexicanos en busca de una mujer llamada Hortensia, su retorno tras el pesar de su madre y, luego, su experiencia como empleado público. La primera se inicia a partir de un robo de joyas que permite a Abel abandonar la casa paterna. Mientras que la historia subsiguiente, de tipo laboral, se centra de manera concreta en conflictos de poder legal e índole sexual.” Al preguntarle sobre dónde ubica su narrativa, el escritor dice que ha trabajodo en varias formas, pero en la actualidad el género negro ocupa su narrativa. “Aunque he escrito poesía, actualmente mi narrativa está ubicada en el género de la novela negra”
El autor menciona que a partir de esta novela surgen otras dos, por lo cual se podrían considerar una trilogía. |