Fanzines, paraíso de la libertad editorial
El ilustrador logró en puebla compartir sus posturas y aficiones para repercutir de manera creativa con el público
Fanzine viene de la abreviatura en inglés de fan magazine. Su traducción es “revista para fanáticos” o “revista especializada”, y aunque el término fanzine fue acuñado en octubre de 1940 por Russ Chauvenet, su principal función es la de difundir información. Sus publicaciones de bajo costo llevan las ideas y pensamientos a gente con las mismas ideas o posturas ideológicas. Vecco Gallo, ilustrador, fanzinero poblano y fundador de Ediciones Gallo y El Contenedor, Galería Errante colectivo con 30 artistas; ha realizado diferentes proyectos que se caracterizan por la autogestión y la libertad de posturas ideológicas. El artista Vecco Gallo, relató a El Popular, diario imparcial de Puebla la historia de sus publicaciones y sus alcances, en aras de democratizar la palabra. También lee: Escribo para atrapar un instante poéticoEl fanzine Nació en Estados Unidos, por el gusto de los primeros fanzineros por escribir sobre ciencia ficción; la Primera y Segunda Guerras mundiales también fueron detonantes que hicieron surgir este tipo de publicaciones —de acuerdo a Vecco Gallo—. “La palabra fanzine surge en Estados Unidos por tratar de nombrar a las publicaciones relacionadas con la ciencia ficción que descentralizaban la información; el término es una combinación entre la palabra fan, aficionado de algo; y magazine, y designaban a las publicaciones independientes que no buscaban generar ganancias o algo similar. Su historia En México, el fanzine ha tenido una historia muy amplia desde los sesenta; producidos por jóvenes prepunks o similares que querían decir algo. “La historia del fanzine en México se remite a los años sesenta, en donde las personas le dieron un sentido más contestatario. En la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se organizó una exposición sobre fanzines que trataban de literatura, música y cultura punk, en donde las personas pudieron conocer más del fanzine y sus objetivos.” La elaboración Para hacer un fanzine no se requiere de materiales elaborados. Un par de hojas y un bolígrafo bastan para crear una publicación, y a través de las fotocopias se puede difundir. “Ocupa la tecnología del ser humano: sus manos, y a partir de la reunión de materiales, y tú le puedes llamar fanzine a lo que tú quieras y llevar un mensaje al público en general. Quien tenga algo que decir, puede hacer un fanzine.” Libertad editorial Al contrario de otras formas de difundir información, el fanzine ha logrado ser fiel a su razón de ser, y aunque ha estado en espacios institucionales, se sigue caracterizando por la libertad editorial. “El fanzine se ha mantenido en lo underground porque, a diferencia del periódico, la radio o cualquier otro medio de comunicación, ha mantenido una libertad de temas que escapan de las reglas de lo que puedes o no publicar. El gobierno ha apoyado la publicación de fanzines con becas y exposiciones, pero afortunadamente lo hemos hecho bajo nuestros propios criterios. La censura En una ocasión nos invitaron a exponer en la BUAP, pero nos querían censurar algunos temas, por lo que decidimos mejor no participar.” Todos tenemos cosas que decir, y la legitimación que te brindan las demás personas no es un requisito para hacer un fanzine. “A veces creemos que las cosas que pensamos no son importantes, o que son muy personales para que les interesen a otros individuos; lo personal es político, y una forma de darle voz a nuestras posturas es a través del fanzine, que democratiza la palabra.” Vecco Gallo, ha impartido talleres sobre las autopublicaciones como una forma de difundir información sin las censuras editoriales que imponen los medios de comunicación tradicionales. |