Coronavirus. Kit para sobrevivir la cuarentena.

Una recomendación diaria de libros, discos, películas y series, para sobrellevar la cuarentena.

En estos tiempos de crisis y en plena cuarentena por el coronavirus, la mejor forma de combatir el aburrimiento es teniendo un kit de supervivencia. Diariamente te recomendaremos un libro, una película, una serie y un disco, para que el tiempo no se sienta tan pesado.

Película: La sociedad literaria y del pastel de cáscara de papa de Guernsey.

Sí, ese es el nombre de la película. Pero tendrás que verla para descubrir por qué se llama así. Lo que podemos decirte es que se trata de una comedia dramática, ambientada en 1946 en la isla de Guernsey, en plena posguerra. Una escritora llamada Juliet Ashton (Lily James) es invitada a la isla a leer su libro para la sociedad literaria, un pequeño grupo de habitantes que recién recuperan su libertad, al contrario de Juliet, quien está a punto de casarse.

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Y no es que resulte malo, se sabe feliz; sin embargo, hay algo en ella, un alma libre, una exitosa escritora con mucha personalidad, una mujer fuerte en medio de un contexto histórico en el que lo femenino era usar faldas y tomar el apellido del esposo, y no por tener renombre público, que en el fondo sabe que no es lo que está buscando, razón por la cual decide aceptar la invitación a Guernsey, lo que le da tiempo de pensar mejor las cosas y aplazar un poco el compromiso.

Lo que llama la atención de esta película, además del nombre tan largo y difícil de recordar, es la facilidad con la que se cuenta la historia y se desarrollan los personajes. El misterio que se crea alrededor de uno de ellos, que desapareció sin dejar rastros durante la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.

Basada en el libro homónimo de Mary Ann Schafter, un libro epistolar, las cartas, en la película dirigida por Mike Newell, juegan un papel fundamental, pues es a través de éstas que se presentan los mayores cambios de la historia. Con una duración de poco más de dos horas es la manera perfecta de comenzar un día en cuarentena.

Libro: Las cosas que perdimos en el fuego – Mariana Enríquez

Un recorrido turístico por las calles de Buenos Aires, en el cuál el objetivo no es conocer las mayores atracciones de la ciudad, sino los puntos donde han sucedido crímenes atroces. Una niña que, de un momento a otro, en plena clase, empieza a arrancarse las uñas, sin razón aparente. Una mujer que encuentra un cráneo en un basurero y decide llevárselo a su casa. Estas son algunas de las premisas de los 12 cuentos que conforman Las cosas que perdimos en el fuego (Anagrama, 2016), un libro que mezcla el terror con lo cotidiano, volviéndolo tan verosímil como espeluznante.

Mariana Enríquez (Argentina, 1973) es una de las voces que más fuerza ha tomado en los últimos años. Ganadora del 37 Premio Herralde de novela con su título más reciente “Nuestra parte de noche” (Anagrama, 2019), aunque sin duda despegó hacia la fama literaria con “Las cosas que perdimos en el fuego”.

Hay un doble juego en sus cuentos, pues en primera instancia parecería que son las protagonistas (de los 12 cuentos que componen el libro, sólo en uno el protagonista es hombre) quienes pierden la razón poco a poco, y el hecho de que las cosas le pasen a un personaje secundario, creando cierto distanciamiento con lo que está sucediendo, lo cual resulta una crítica velada a la sociedad actual, pues eso que genera terror logra trasladarse hacia una desigualdad social, que también es palpable en los escenarios donde ocurren sus historias: barrios empobrecidos, un basurero, todos esos lugares que no reflejan la imagen que se pretende tener en las ciudades actuales; lo bonito que sea visible, lo trágico que quede oculto.

El último cuento, el que da nombre al libro, me parece que es el que contiene la crítica más directa: un movimiento de mujeres que se inmolan a lo largo de Argentina, empieza a tomar fuerza como respuesta a los crímenes machistas que se cometen a diario y quedan impunes.

Por suerte para nosotros, Anagrama decidió regalar este libro de manera virtual para estos tiempos donde hasta el ocio parece estar en crisis, por lo que podrás encontrarlo en internet de manera gratuita y empezar a leerlo de inmediato.

Serie: 3%

Lo que sorprende desde el primer momento es que transcurre en un sitio que no es Estados Unidos, como suele suceder con este tipo de historias. Pero más allá de esto, la premisa es sencilla: los ricos son aún más ricos y los pobres aún más pobres.

Sin embargo, cada año, las personas del 97% que viven en lo que queda de la tierra -a diferencia del 3% privilegiado, que vive en un lugar llamado Alta Mar, un paraíso aislado del caos y la pobreza-, tienen la oportunidad de trascender e ir a vivir a Alta Mar, cambiando así su destino para siempre.

Esta oportunidad sólo se presenta cuando las personas cumplen 20 años, a través de un Proceso de selección, del cual sólo son admitidos unos pocos tras pasar una serie de rigurosas pruebas.

Cuando los candidatos superan exitosamente las pruebas, se rompe todo vínculo con su familia y su entorno, teniendo la opción de empezar una vida nueva. En un mundo donde se sobrevive al día, es el sueño de todos poder salir de ahí y empezar de nuevo en un lugar donde tienen la vida resuelta. No obstante, en este sistema de dominación de la población, existe una facción que no está dispuesta a continuar con el sometimiento del proceso en un mundo totalmente desigual.

Protagonizada por Bianca Comparato, esta serie de Netflix, producida en Brasil y realizada completamente en portugués, tiene 3 temporadas hasta el momento, y aunque no han anunciado si habrá una cuarta, los 26 capítulos que componen la serie, son más que suficientes para adentrarte en un mundo que no dista mucho de lo que podría llegar a pasar en éste.

Disco: The Slow Rush – Tame Impala

La producción más reciente de Kevin Parker, único miembro de la banda, tardó en ver la luz cinco años desde que fue lanzado Currents, en 2015. Este disco tuvo que sortear varios problemas para poder llegar hasta nuestros oídos. Desde los incendios en California de 2018, donde acabaron con el estudio en el que Parker estaba trabajando, hasta la crisis sanitaria que ha atacado al mundo en las últimas semanas, pues la gira tuvo que ser pospuesta.

Y sin embargo, o gracias a eso, el disco toma aún más relevancia, pues el tema principal es el paso del tiempo. Y es algo que se vuelve notorio desde el título: la prisa lenta. 12 canciones, 57 minutos. Un poco cíclico, como el tiempo, pero que a su vez, se reinventa con el paso de los minutos, de las canciones.

En entrevista, Kevin Parker ha dicho que la producción va de eso, cómo pasa el tiempo, pues en la época actual todo se vive muy acelerado, y aunque a ratos parezca que las cosas van lento, como estos momentos, hay tantas cosas sucediendo instante tras instante, que no nos damos cuenta de la velocidad con la que se mueve el mundo.

One more Year” es la canción que abre este disco y nos pregunta si recordamos lo que estábamos haciendo hace un año, si había problemas en el mundo, no lo sabíamos y si nos importaba, no lo demostrábamos. Palabras que resultan casi proféticas para la situación de emergencia por el coronavirus que se vive en la actualidad. ¿Hace un año nos habríamos puesto a pensar en una pandemia que nos tendría encerrados en nuestras casas? Al menos, yo no.

Instant Destiny, Tomorrow’s Dust, Lost in Yesterday o It Might Be Time, son algunos de los títulos de las canciones que hablan sobre el tiempo. Lost in Yesterday es un diálogo sobre lo que daría por regresar al pasado y cambiar el rumbo que tomaron algunas cosas hasta aceptar que ya lo pasado, pasado, y aceptar lo que tenemos hoy, no de manera conformista, sino para cambiar el futuro.

It Might Be Time sigue la misma línea, pues habla de aceptar que ya no somos las mismas personas, ya no somos tan jóvenes, ni tan divertidos como solíamos serlo. Y sí, pero ese mismo paso del tiempo nos ha hecho sabios, nos ha vuelto divertidos en otros sentidos, pues depende de cómo veamos las cosas, si vivimos aferrados al pasado, no vamos a lograr abrazar quienes somos en el presente.

 

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