Napantecuhtli: deidad mexica que oscila entre lo humano y lo divino
Este día, Aban Flores Morán ofreció una charla sobre esta deidad y destacó la influencia de la naturaleza en la cosmovisión de este pueblo indígena.
El cierre de museos ha afectado a aquellos que disfrutan recorrer las colecciones que estos espacios albergan: perderse en los pasillos y pasar horas leyendo los textos que nos ayudan a entender mejor la exhibición son actividades que no se podrán realizar en algunas semanas. Afortunadamente no todo está perdido, porque los museos e instituciones culturales de Puebla están desarrollado actividades para que las personas puedan conocer sus acervos desde la comodidad de sus casas. Muestra de ello es la charla que brindó Aban Flores Morán sobre Napatecuhtli, deidad mexica cuya representación se encuentra albergada en la colección de arte prehispánico del Museo Amparo. Fue esta institución poblana la encargada de gestionar y organizar el evento para que las personas conozcan a profundidad la riqueza sus colecciones. También lee: Athletic Club crea alineación literaria perfecta Durante la charla digital, Aban explicó que la influencia del agua y la relación que tenían los mexicas con el vital líquido era muy importante. Los elementos utilizados para subsistencia sirvieron para que esta cultura desarrollara sus rituales: la influencia de la naturaleza en la cosmovisión de esta civilización fue determinante, y mencionó que esa forma de pensar se antepone con el mundo actual en donde es más importante el dinero que la naturaleza. "Estamos acostumbrados a que somos dueños de las cosas, que compramos y que adquirimos [...] En la época de los mexicas, esto no era de esa forma: los productos de ella tierra eran propiedades de los dioses, y estos podían ser consumidos porque los gobernantes hacían un pacto con los dioses y el cual continuaba a partir de ofrendas que ofrecían: por ello se habla dioses de la tierra, del agua y la lluvia", refirió el académico. En tanto, el expositor indicó que la representación de Napatecuhtli oscilaba entre lo divino y lo real porque buscaba responder a una pregunta: ¿qué es la vida? Este cuestionamiento ha existido desde la época prehispánica, y mencionó que la respuesta que le dieron los mexicas fue que el ser humano es energía y que el cuerpo humano era una vasija que lo contenía. Este era el mismo papel de las representaciones de los dioses: albergar energía. Esta deidad era parte de los tlaloques, los cuales tenían diferentes identidades, Napatecuhtli era uno de los más importantes, pero todos compartían dos elementos muy importantes: una olla y un cetro con forma de serpiente. Se creía que los tlaloques vertían la olla sobre el mundo para que el agua cayera y cuando rompían este objeto es cuando se producían los truenos. El papel de Napatecuhtli tenía que ver con el surgimiento de los juncos, los tules, las cañas y él producía el agua necesaria para el sustento. En diferentes códices se ha encontrado múltiples representaciones que nos ayudan a entender mejor quién fue este personaje: Para dar gracias a esta deidad, se sacrificaba a un esclavo que tenía que caracterizarse como Napatecuhtli, para después pasar por una serie de rituales que eran necesarios para que el sacrificio fuera aprobado.
Por último, Flores Morán invitó al público a imaginar los espacios actuales, y como hace algunos siglos las calles de la Ciudad de México eran canales y ahora son avenidas pavimentadas, y como a lo largo de la historia han evolucionado las formas de pensar y de percibir el mundo. |