Rescatan las 178 crónicas de Benito Pérez Galdos
La corresponsalía con el diario La Prensa de Buenos Aires se inició en 1884, en una época de gran madurez y éxito literario del autor español, nacido en la ciudad insular atlántica de Las Palmas de Gran Canaria.
Una profesora de la Universidad española de Extremadura, Isabel Román, ha rescatado las 178 crónicas del escritor Benito Pérez Galdós (1843-1920) para la prensa argentina -algunas inéditas-, en las que, como hombre culto y atento a su época, trata todo tipo de temas, a veces con mirada crítica y en ocasiones con su humor característico. Fundado por José Clemente Paz, era uno de los periódicos más importantes del país, de pensamiento liberal-conservador, y siempre estuvo muy interesado en las noticias del exterior por el origen extranjero de muchos de los habitantes de Argentina. El artículo que inauguró tal colaboración se publicó el 1 de enero de 1884. “Era completamente desconocido y me resultó muy emocionante localizarlo”, explica la profesora Román, docente de Literatura Española Contemporánea, que en 2017 viajó al país sudamericano para la investigación. El especialista estadounidense William Shoemaker había publicado 50 de esas crónicas en 1973, después de trabajar en EU con microfilmes que le enviaron desde Argentina. Pero el hecho de no manejar el periódico original dio pie a errores o a pasajes sin transcribir porque los microfilmes le resultaron ilegibles, según Román. Temas variados españoles e internacionales En la edición íntegra que acaba de publicar la Universidad de Extremadura, en el año conmemorativo del centenario de la muerte de Galdós, se corrigen y completan también las partes de las cartas que el argentino Alberto Ghiraldo había publicado tras el fallecimiento del escritor español. En su primera colaboración, Galdós comparte con sus lectores el reto de escribir para un país cuyos intereses y usos periodísticos desconocía, y elogia a la jovencísima República Argentina y al prometedor “nuevo mundo” americano frente al “viejo” europeo. Ofrece luego una visión algo satírica de las conflictivas relaciones entre las potencias de Alemania y Francia. La colaboración se prolongó hasta mayo de 1905, muy desigual en los últimos años y testimonial en 1901, 1902 y 1905. Las cartas constan de fecha y lugar de redacción, se dirigen en su mayoría al “señor director”, llevan un sumario y suelen finalizar abruptamente, sin despedida. Nada quedaba fuera de su curiosidad, ya que abordaba asuntos muy heterogéneos. A la investigadora española le llamó la atención la información y opiniones del literato canario sobre la política europea, los problemas de la descolonización en América y África o su “entusiasmo” hacia la propuesta de una unión ibérica entre España y Portugal. También destaca las crónicas referidas a la vida parlamentaria española y a su experiencia como diputado, las de tipo costumbrista o sus comentarios sobre exposiciones o literatura. Trabajo bien retribuido En dos ocasiones sustituyó la crónica por dos cuentos alegóricos y, de forma simultánea, en el último año de su colaboración, el diario comenzó a publicar en primicia el episodio nacional de Galdós “Carlos IV en La Rápita”. También hubo crónicas noveladas, como la narración de la muerte del cura Galeote, biográficas o necrológicas. El director de La Prensa ruega a Galdós en 1886 que, cuando se produzcan acontecimientos muy importantes, no espere a los barcos y a las fechas pactadas, y use el cable telegráfico. Galdós era retribuido muy generosamente, ya que había ocasiones en que le pagaban mensualmente 100 duros (500 pesetas). En 1873, un tomo de sus episodios nacionales (hechos históricos novelados) se vendía por dos pesetas. Como prueba de su éxito, La Prensa le comunicó que sus cartas eran reproducidas en otros diarios argentinos, así como de Uruguay, pero Galdós se quejó de que no llevara aparejada una mayor retribución. Ni en Argentina ni en España hay rastro de los manuscritos de sus crónicas, ni ningún documento relativo a su contrato. De sus numerosos viajes por Europa nacieron también decenas de artículos que hicieron que temporalmente su sección dejara de llamarse “Cartas de España” o “España”. Pese a sus declaradas intenciones y las invitaciones que recibió, nunca cruzó el Atlántico y lamentó especialmente no haber podido acudir al estreno en Argentina de su drama Electra.
La profesora universitaria, que destaca la “síntesis expresiva” de sus artículos y el placer de leer al "Galdós persona", pronostica que se está en el buen camino para lograr que sus crónicas periodísticas sean pronto consideradas como parte imprescindible de su obra. |