Vicente Rojo, un artista fundamental para el arte mexicano del siglo XX

El artista se hizo acreedor en 1991 del Premio Nacional de las Artes que otorga el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Vicente Rojo, un artista fundamental para el arte mexicano del siglo XX
EFEI Vicente Rojo, un artista fundamental para el arte mexicano del siglo XX

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El artista mexicano de origen español Vicente Rojo Almazán, falleció ayer miércoles a los 89 años, fue un pintor y escultor fundamental para la evolución de la cultura en la segunda mitad del siglo XX que dejó una honda huella en México, su país adoptivo.

Exiliado desde 1949, Rojo (Barcelona, 1932) fue uno de tantos españoles que gozó de un enorme prestigio y reconocimiento en este país, superior seguramente al de España y su Cataluña natal.

Rojo estudió pintura y tipografía poco después de llegar a México y se embarcó en numerosas actividades culturales, entre las que destaca la de fundar junto con José Azorín y los hermanos Neus, Jordi y Quico Espresate la editorial Era, de la que fue director artístico.

El sello marcó una época, pues en él publicó su primer poemario, Los elementos del fuego (1962), con 23 años, el mexicano José Emilio Pacheco, Premio Cervantes de Literatura en 2009, y el Nobel de Literatura Gabriel García Márquez (1980) la primera edición de El coronel no tiene quien le escriba (1961).

Antes, en la década de los cincuenta, trabajó en el área de ediciones del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en el suplemento México en la Cultura del diario Novedades y en la Revista de la Universidad de México.

Sobrino del general republicano Vicente Rojo Lluch (1894-1966), un destacado jefe republicano español que se opuso al alzamiento del dictador Francisco Franco, Rojo Almazán estaba casado con la escritora Bárbara Jacobs.

La obra de Rojo se ha desarrollado a partir de cinco series artísticas: “Señales”, donde trabaja con formas geométricas básicas, “Negaciones”, en la que cada cuadro negaba al anterior, “Recuerdos”, un intento de fuga de una infancia difícil, “México bajo la lluvia, concebida un día que vio llover”, y “Escenarios”, varias miniseries juntas que repasan temas anteriores.

Autor de una amplia obra pictórica, de diseño gráfico y escultura desarrollada en la segunda mitad del siglo XX, desde 1980 comenzó a alternar pintura y escultura.

“En esta exposición quise enfrentar o combinar algo que no había hecho antes que es la delicadeza del papel con la presencia fuerte del bronce.

Ese es un poco el sentido que tiene esta exposición”, afirmó al respecto de su experimentación. Los críticos consideran a Rojo un autor abstraccionista y lo sitúan en el movimiento artístico mexicano de “La ruptura”, que ha buscado nuevos lenguajes formales y conceptuales, aunque él se consideraba más que nada un innovador en la forma y el color.

En el movimiento se encuentran artistas como José Luis Cuevas, Manuel Felguérez, Roger von Gunten, Enrique Echeverría, Lilia Carrillo, Brian Nissen y Fernando García Ponce.

A lo largo de los años su obra se ha expuesto en diversos recintos de México así como en la Universidad de Texas, en Austin, en el Círculo de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional y el Museo Casa de la Moneda de Madrid (España), entre otros recintos.

En vida colaboró con numerosas revistas como Artes de México, que fundó, Nuevo Cine, Diálogos, ¡Siempre!, y La Gaceta del Fondo de Cultura Económica (FCE), e hizo varias portadas de Vuelta (1978-1982), fundada por el poeta Octavio Paz en 1976.

Vicente Rojo se hizo acreedor en 1991 del Premio Nacional de las Artes que otorga el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), y ha recibido la Medalla al Mérito en las Bellas Artes que le otorgó el gobierno español.

En 1993 fue designado creador emérito por el Sistema Nacional de Creadores de Arte. Es además doctor “honoris causa" por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y muy conocido también como diseñador de la primera portada de Cien años de soledad, la célebre novela del colombiano Gabriel García Márquez.