Organismos de derechos humanos abogaron ayer miércoles por la disolución de la Policía Militar de Orden Público (PMOP)
Organismos de derechos humanos abogaron ayer miércoles por la disolución de la Policía Militar de Orden Público (PMOP) implicada esta semana en hechos violentos en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), mientras que una ciudadana canadiense denunció que la vida de su esposo y otros dos presos políticos está en peligro en una cárcel de máxima seguridad. "No solamente debe desaparecer la Policía Militar, sino también la desmilitarización de la sociedad hondureña, porque la realidad es que en algunos casos se han convertido en asesinos, así los califica el pueblo, cuando los ve les grita asesinos," dijo a Efe el director del Centro de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura y sus Familiares (CPTRT), Juan Almendárez. Agregó que "se ha observado que la Policía Militar ejecuta jóvenes ante personas de la comunidad, lo hace públicamente y eso crea un estado de terror que produce tortura psicológica". Lee: Hay impunidad en Cuba: OEAAlmendárez, exrector de la UNAH, señaló que el hecho de que policías militares ingresaran el lunes a la Universidad en Tegucigalpa, donde dispararon armas de fuego y resultaron heridos cuatro estudiantes -y dos policías, según autoridades de seguridad-, los convierte en cazadores humanos". El exrector, médico de profesión, figuró entre los participantes en la conmemoración del "Día Internacional de Prevención contra la Tortura" que se celebró en Tegucigalpa con la participación, además, de familiares de víctimas de tortura en el país, entre ellos esposas e hijos de prisioneros en cárceles de "máxima seguridad".
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